Año: 2014
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: España
Horror. Es la primera palabra que se me viene a la mente
cuando escucho Noise. Tal vez sea un lugar común, pero es en lo que pienso,
indefectiblemente. Es, también, en lo que pienso cuando escucho este disco de
Zé Pekeño, proyecto encarado por Cesc Fortuny, quien, según leí, lleva editado
28 trabajos hasta la fecha. Este que hoy reseñamos, “Abissal”, es el último
trabajo que ha realizado hasta el instante, si no me equivoco. Y le cabe a la
perfección el término usado al comienzo de la reseña: Horror. Claro, es Noise,
así que ahora todo cierra. Es Noise agobiante, morboso, cáustico y demoledor,
carente de intenciones de belleza o de algún aporte melódico, tal como intentan
hacer algunos. Cesc entiende que el Noise es lo opuesto a la música, que es una
forma de expresión, y por ende, se transforma en lenguaje. El Noise es,
literalmente, y aun siendo obvio, ruido, y como tal es una interferencia, un
ataque, la necesidad de aturdir y no decir algo de manera convencional. Es el
lenguaje del no-lenguaje, si se quiere. O sea, Zé Pekeño aturde y petrifica con
sus demenciales torrentes de sonidos metálicos, brillosos y/u oxidados, según
el instante, pero siempre oscuros y abismales. Esos sonidos se agolpan, se
superponen, se continúan, a lo largo de los 31:55 minutos que dura la única
pieza que conforma la placa. Casi 32 minutos de una muralla sonora que se
desarma a pedazos, se erosionan las partes y se funden hasta volver a estallar
y convertirse en la nada. Cuando eso sucede, el final del disco ha llegado. Y
como suele suceder cuando uno se enfrenta a un disco de Noise (de éste tipo de
Noise), tras el final es necesario tomarse unos minutos de paz, silenciar el
ensordecedor caos que queda dentro de nuestras aturdidas mentes, para luego
sumergirse en otro tipo de horror: el horror cotidiano. Ante ese tipo de
horror, la obra de Zé Pekeño sirve como cuadro representativo.
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