domingo, 4 de enero de 2015

Zé Pekeño - Abissal


Año: 2014
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: España


Horror. Es la primera palabra que se me viene a la mente cuando escucho Noise. Tal vez sea un lugar común, pero es en lo que pienso, indefectiblemente. Es, también, en lo que pienso cuando escucho este disco de Zé Pekeño, proyecto encarado por Cesc Fortuny, quien, según leí, lleva editado 28 trabajos hasta la fecha. Este que hoy reseñamos, “Abissal”, es el último trabajo que ha realizado hasta el instante, si no me equivoco. Y le cabe a la perfección el término usado al comienzo de la reseña: Horror. Claro, es Noise, así que ahora todo cierra. Es Noise agobiante, morboso, cáustico y demoledor, carente de intenciones de belleza o de algún aporte melódico, tal como intentan hacer algunos. Cesc entiende que el Noise es lo opuesto a la música, que es una forma de expresión, y por ende, se transforma en lenguaje. El Noise es, literalmente, y aun siendo obvio, ruido, y como tal es una interferencia, un ataque, la necesidad de aturdir y no decir algo de manera convencional. Es el lenguaje del no-lenguaje, si se quiere. O sea, Zé Pekeño aturde y petrifica con sus demenciales torrentes de sonidos metálicos, brillosos y/u oxidados, según el instante, pero siempre oscuros y abismales. Esos sonidos se agolpan, se superponen, se continúan, a lo largo de los 31:55 minutos que dura la única pieza que conforma la placa. Casi 32 minutos de una muralla sonora que se desarma a pedazos, se erosionan las partes y se funden hasta volver a estallar y convertirse en la nada. Cuando eso sucede, el final del disco ha llegado. Y como suele suceder cuando uno se enfrenta a un disco de Noise (de éste tipo de Noise), tras el final es necesario tomarse unos minutos de paz, silenciar el ensordecedor caos que queda dentro de nuestras aturdidas mentes, para luego sumergirse en otro tipo de horror: el horror cotidiano. Ante ese tipo de horror, la obra de Zé Pekeño sirve como cuadro representativo.

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