Año: 2014
Sello: Grindhead Records
País de origen: Australia
Entrañas infestadas. Esa vendría a ser la traducción al
español para el nombre de estos brutales australianos. Decir “brutales” y decir
“australianos”, cuando hablamos de música pesada, suelen ser una misma cosa. No
importa si hablamos de Heavy Metal/Hard Rock, Punk, Grindcore, Death Metal,
Black o Doom: si son aussies, es casi
seguro que suenan como una topadora. En este caso, nos encontramos ante un
grupo de Slamming Brutal Death que adopta una postura recreacional del estilo,
manteniendo en pie a todos y cada uno de los elementos clásicos del Slam. Y sí,
la intensidad dice Presente en todo el álbum, algo que era de esperarse pues,
como ya dije, estamos hablando de una banda australiana. Sin embargo, el sonido
no es tan brutal como cabía esperar, ni las composiciones tan retorcidas como
podría uno imaginar. Por el contrario, el sonido es bastante claro, estridente
sin ser ensordecedor, y la batería suena demasiado digital para mi gusto. En
cuanto a las composiciones, los oriundos de Orange optan por riffs sencillos y
fáciles de recordar, ritmos que se mantienen dentro de lo esperado (breakdowns,
groove a medio-tempo, blast beats, todo intercalado, nunca teniendo preferencia
por un patrón rítmico por sobre otro; aunque, por supuesto, sobresalen los
breakdowns) y contraste vocal entre el growl y la voz gritada y aguda. Ahora
bien ¿Infested Entrails son una buena banda? Sí, se puede decir que sí. La
razón por la que digo esto es “Defiling a Piece of the Deceased”, el primer
disco full de esta novel agrupación, un trabajo que nunca llega a deslumbrar,
pero que tiene buenos momentos, además de un detalle fundamental en un disco de
estas características: mantiene la intensidad. Incluso en los momentos en los
que las canciones se vuelven algo lineales, chatas, es la energía del grupo la
que sostiene el interés del oyente (o mi interés en el disco, mejor dicho).
Eso, y canciones como “Raped by a Zombie” (buena manera de comenzar un disco),
“Pregnant with Parasites”, “Raping the Stillborn” (la evidente influencia de
bandas como Obituary y SFU en el Slam es innegable aquí) y “Recreational Vomit
Facial”, 4 puntos altos entre 10 canciones que terminan dándole forma a un
disco aceptable, que por momentos (los ya mencionados) pasa de “aceptable” a
“bueno”.
En resumen, Infested Entrails no están aquí para causar un
temblor en la saturada escena del Slamming Brutal Death, y no sé si estará en
sus planes convertirse en una banda trascendente. Lo que sí puedo asegurarles,
es que al menos entretienen.
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