Año: 2014
Sello: Archaic Sound
País de origen: Francia
Abro mi casilla de email y me encuentro con la
gacetilla de prensa, el pedido para que haga la review, y el link de descarga
para bajar el álbum en cuestión. Mientras descargaba el disco, me puse a leer
la gacetilla. Me llamó la atención la descripción que en la misma se hacía del
nuevo trabajo de Ars Moriendi, así que apenas terminó la descarga, descomprimí
el archivo y me puse a escucharlo. La primera audición no fue satisfactoria, ya
que el álbum en cuestión me resulta demasiado pretencioso. Eso sí, comprendí
que estaba ante un álbum difícil, muy artístico y elaborado de manera
minuciosa. Era menester dedicarle más tiempo, más audiciones prestando mayor
atención. Ahora sí, Ars Moriendi, tras varias audiciones, llegó a convencerme.
Claro, no resulta sencillo adentrarse en los lúgubres pero elegantes paisajes
en donde transcurre la historia que Arsonist (el Hombre detrás de todo esto)
nos cuenta de manera tan singular. Una historia inspirada en los agujeros
negros, en la oscuridad, el Cosmos, la nada, la religión y la muerte. El medio
que este talentoso músico francés eligió dista mucho de ser un medio
convencional. Echando mano a lo más sofisticado del Black Metal, orientándose
hacia su lado Avantgarde, utilizando lo mejor del Dark Metal (aunque guste de
usar la etiqueta Atmospheric Dark) y valiéndose de una destreza instrumental
asombrosa, Arsonist apuntala su obra con melodías tan excelsas como complejas,
adquiriendo de esta manera un halo diferente y distinguible; Ars Moriendi es
mucho más que Black o Dark Metal: es Arte.
Recién elogié las virtudes de este músico
francés como instrumentistas. Bien, debo detenerme en su rol de bajista: lisa y
llanamente, lo de Arsonist como bajista es exquisito. O sea, el tipo lo hace
todo bien, ya sea tocando todos y cada uno de los instrumentos, ya sea
componiendo, el muchacho es realmente bueno. Pero como bajista es genial. En
los momentos más calmos es donde emerge su figura con mayor fuerza, pues hace
un uso inteligente de los silencios para fortalecer las armonías, los arreglos,
todo. Y esas partes plagadas de tensa calma permiten que los instantes más
agresivos se aprecien desde otra perspectiva, entiendo que los contrastes son
esenciales en esta obra.
Ya lo dije al principio, “La singulière
noirceur d'un astre” es un disco difícil, raro y demandante. Pero bien vale la
pena esforzarse por conocerlo en toda su dimensión y disfrutarlo como tal.
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