jueves, 3 de julio de 2014

Pale Horseman - Mourn The Black Lotus


Año: 2014
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: USA

"Mourn The Black Lotus" no es un disco fácil de asimilar. No es uno de esos discos que uno escucha mientras hace otras cosas, como si fuese la música incidental de la vida cotidiana. Ni es un álbum que te va a gustar de entrada, con apenas haberlo escuchado una sola vez. No, lejos está de todo eso este nuevo trabajo de la banda oriunda de Chicago. Su primer trabajo, llamado como la banda, me había parecido un disco interesante y nada más que eso. Pero este segundo full lenght es más, mucho más que interesante. Es opresivo, jodido, aplastante, hipnótico y desafiante. A ver, pongamos las cosas en su lugar, así nos vamos entendiendo. ¿Se imaginan una cruza entre Godflesh y Crowbar? Bien, por ahí van los tiros, mis amigos. Así de oscuro es este álbum, así de profundo y emocional. Emociones que vienen del lado menos amable, emociones fuertes y peligrosas que devienen en canciones extensas. Emociones provocadas por la depresión, que a su vez deriva en experiencias con drogas, la inevitable necesidad de convertirse en un misántropo, la miseria que nace de ello, y de ahí a búsquedas internas que nos llevan hacia lo intangible, lo místico, todo lo relacionado con El Libro de Las Revelaciones y el Apocalipsis. La música transmite todo eso, y las líricas lo confirman. Es un todo, con partes que se funden entre sí y crean este monstruo llamado Pale Horseman. Un monstruo que va a paso lento, con guitarras que son una bola de fuego incandescente. Un monstruo que jamás se apura, y que para ello es apuntalado por una base rítmica que hace que la Tierra se abra ante cada golpe, ante cada pulso. Un monstruo que grita con voz desgarrada y desgarradora. Un monstruo enojado, angustiado y decidido a hundirnos en el pegajoso fango de la locura.
En 8 tracks sin desperdicio alguno, Pale Horseman dejan en claro que no les interesa ser un grupo agradable, ni nada parecido. Lo de ellos es hacer música maldita, para gente maldita, y al a mierda el resto. Arrancan enojados y finalizan más enojados aun. Y lo mejor es que la música también va in crescendo, esa sensación de que todo se va yendo al carajo a medida que avanza el disco es algo que notamos en todos los aspectos: música, sonido, intensidad, actitud, líricas, todo. Por eso no resulta raro que las 2 últimas canciones ("Clairvoyant" y "Fork In The Road", esta última remixada por Justin Broadrick) sean lo mejor de un disco que necesita ser escuchado varias veces para ser apreciado en toda su dimensión. Un álbum fuerte en todos los sentidos; un álbum duro, difícil, pero encantador.

Stream
Facebook
Soundcloud
Reverbnation

No hay comentarios: