Año: 2014
Sello: Studio 508 Productions
País de origen: Suecia
Voy a ir al grano: creo que encontré mi disco favorito del 2014. Sinceramente, dudo de que algún otro disco vaya a superar lo hecho por estos suecos en su primer disco full. Formados en 2008, y con 1 demo y 3 ep's sobre sus espaldas, estos talentosos músicos llegaron al disco debut precedidos de elogios varios y generando grandes expectativas respecto a lo que podía ser su primer full lenght. No sólo que cumplieron con llenar las expectativas, sino que las superaron. Es que, a decir verdad, no sé si alguien esperaba que hicieran un disco tan, pero tan genial. "Plan For World Domination" es un álbum variado, intenso hasta decir basta, caliente, audaz, irreverente y adictivo como la más dura de las drogas. Todo suena a cosas que ya hemos escuchado, pero en cada canción existe un tratamiento compositivo e instrumental que hace que esas cosas que creemos haber escuchado antes, resulten novedosas y cautivantes, como si nunca antes las hubieras escuchado. Miren, los tipos toman elementos de la música de Motörhead, de Slayer, Celtic Frost, del Hardcore Punk de bandas como The Exploited, algo de Satyricon por aquí, y algo del Death Metal sueco de principios de los 90s, y mezclan todo eso con arreglos vanguardistas que descolocan al oyente, pero sin entrar en el sinuoso terreno del Avantgarde, algo que, según la ocasión y el intérprete, puede salir bien o mal. No, Septekh juegan con armas que ya conocemos, pero las utilizan de otra manera, demostrándonos que siempre hay una vuelta de tuerca, que siempre se puede hacer algo nuevo con lo viejo. Sólo algunos privilegiados están en condiciones de obtener resultados como los obtenidos por estos geniales suecos en este, su primer disco full. Un disco que no da respiro, que mantiene en vilo al oyente hasta el final, y que obliga a escucharlo una y otra vez, hasta que las canciones se apoderan del oyente y lo hacen su rehén. 13 canciones que entran en la mente del oyente por los oídos, pero que de a poco se filtran en el torrente sanguíneo, y circulan por todo el cuerpo hasta apoderarse del corazón, y así, de esa manera, controlar el ritmo cardíaco del oyente, poniéndolo en un estado de excitación increíble.
Puntos altos hay muchos, pero hay momentos en los que la calidad del grupo llega a niveles sobrehumanos. Esto sucede en tracks descomunales como "Into The Void of My Mind" (qué manera de comenzar un álbum!), "Neanderthal", "Left Handed Man", "Fuck Dollar" (con un final digno del Satyricon de los tiempos de "Nemesis Divina"), y esa obra cargada de emoción, creatividad y grandilocuencia que lleva el nombre del álbum, y que es una clase magistral sobre cómo dar vida a una canción tan épica como rockera. Pero no se engañen, no crean que escuchando esas canciones que acabo de nombrar ya han escuchado lo mejor del disco. "Plan For World Domination" es una disco que debe ser escuchado de principio a final, sin interrupciones, y prestando debida atención a todas las partes que conforman el todo. Al fin y al cabo, hablamos de un gran disco; y los grandes discos tienen esa cualidad intrínseca, inherente a las grandes obras: el hecho de que no son sólo un puñado de grandes canciones insertadas en medio de un conjunto de canciones intrascendentes. Los grandes discos se distinguen porque son grandes en su totalidad, porque todas y cada una de las canciones ayudan a que esa obra sea una gran obra. A Septekh les pasa exactamente eso con este disco, un disco que, es, hasta el momento, lo mejor que escuché en lo que va del año. Si los muchachos de Estocolmo lograrán superarse a sí mismos, es algo prematuro como para saberlo. Quizás nos demuestren, en un futuro no muy lejano, que este álbum fue tan sólo el comienzo de algo grande. O tal vez no puedan a superar lo que han hecho, y queden estancados y sin poder alcanzar la gloria que, tras escuchar esta gran creación, no dudo en decir que van en camino a alcanzarla. Cómo sea, no es tiempo de hacer conjeturas respecto al futuro de Septekh. Lo importante, aquí y ahora, es que tenemos la oportunidad de disfrutar de este colosal álbum lanzado hace pocos días atrás, y que está destrozando la cabeza de quien esto escribe.
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