Año: 2013
Sello: Desert Fox Records
País de origen: Italia
Sinceramente, no sabía qué esperar de este disco, de esta
banda. Abrí mi cuenta de email y me encontré con un email de la agencia que
maneja a NOON, más el link correspondiente para descargar y escuchar el disco.
Más que email, era una gacetilla de prensa en la cual se relata el nacimiento
del grupo, claro está, y, seguidamente, una descripción muy interesante acerca
del estilo del grupo. La cuestión es que suelo desconfiar de las gacetillas de
prensa, y este no fue un caso excepcional. Sobre todo, mi problema pasaba por
lo siguiente: NOON hacen Stoner, un género del cual me gustan bandas puntuales.
La mayoría de los grupos de Stoner me aburren, y si algo me aburre, lo ignoro.
Para colmo, NOON vienen con un agregado que, al comienzo de todo, antes de
escucharlos por primera vez, me generó dudas: la banda inspira sus canciones en
el cine, en películas de las cuales los integrantes son fans. Había 2 opciones,
o esto resultaba interesante, como mínimo, o era una gran mierda. Por suerte,
es lo primero. Y es lo primero porque los italianos, en vez de colgarse con
zapadas interminables y soporíferas (esto es algo que la mayoría de las bandas
Stoner no entienden: las zapadas no son para cualquiera), tocando las mismas
notas una y otra vez, durante 15 minutos, los NOON concentran todas sus
capacidades, como instrumentistas y compositores, en algo más provechoso: las
canciones. Hacen Stoner, tienen el sonido y las estructuras compositivas
clásicas del Stoner, pero no abusan de los pasajes instrumentales eternos.
Prefieren, en todo caso, darle mayor importancia al formato de canción, con
estrofas y estribillos fáciles de recordar, pero que no resultan vulgares, todo
lo opuesto. Además, le adosan a la música un grado de energía importante, con
cierto aire Punk dando vueltas por ahí, pero sin la crudeza de este género.
En cuanto a la fascinación de los músicos por las películas,
se resume a la reproducción de algún diálogo, al tratamiento de las líricas, o
partes específicas en donde la música rememora a tal o cual filme. Nada del
otro mundo, pero bien hecho, y acertadamente puesto en función de las
canciones, y no al revés. Canciones que denotan influencias de Karma To Burn,
Hermano, Black Sabbath y bandas por el estilo, pero con esa impronta tan
singular de los grupos italianos. Más que eso no puedo decir, pues, como ya
dije, no soy un gran seguidor del Stoner, y la propuesta de NOON tampoco me
resulta fascinante. Pero sí admito que este disco debut, llamado “775 Lumiére”,
y mezclado y masterizado por Niklas Källgren (Truckfighters), es un álbum
entretenido y enérgico, cualidades que lo convierten en un disco recomendable.
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