Año: 2013
Sello: Subversive Revenge Records
País de origen: Italia
Italia. Grindcore. Puro Ruido. De un tiempo a esta parte,
parece que este blog está íntimamente ligado al Grindcore italiano, en todas
sus formas. Por eso no me extrañó que Fabrizio (guitarra de Shellshock) me
escribiese preguntando si había posibilidades de darle espacio a su grupo en el
blog. Escuché una sola canción y mi reacción fue inmediata: debo hacer la
review de este disco. Tras haber escuchado el álbum completo, confirmé mi
decisión de hacer la review. No hay caso, las bandas grinders italianas me
pueden, por distintos motivos, y la mayoría de esos argumentos son aplicables a
Shellshock. Desfachatados, frescos, agresivos, rápidos, caóticos pero sin ser
una bola de ruido, divertidos y extremos. La mayoría de las bandas italianas de
Grindcore que escuché poseen esas cualidades, y Shellshock no son la excepción
a la regla. La única diferencia que encuentro entre Shellshock y los demás
grupos grinders italianos, es que la banda creada por Cosimo y Fabrizio
contiene un elemento en su música que les permite diferenciarse de la mayoría:
Thrash Metal. Así es, amigos míos, Shellshock es un grupo que mezcla lo más
desenfadado y veloz del Grindcore, con el machaque ensordecedor del Thrash
Metal, obteniendo como resultado de tal mezcla algo realmente explosivo. Por
momentos suena al Sepultura de los tiempos de “Arise”, en caso de que los
hermanos Cavalera hubieran hecho Grindcore, claro. Pero por ahí va la mano,
pues los riffs de Fabrizio tienen a tomar ese camino, si bien no de manera
constante, sí hecha mano de dicho recurso de manera continua, como una
herramienta que viene a ser útil para darle al grupo dos características
altamente elogiables: variedad e identidad. Si hay algo que me gusta de este
grupo es que, gracias a la mezcla de Grind + Thrash, más ciertos toques de
Thrashcore, Shellshock logran definir una identidad propia, alcanzan a crear
algo genuino y personal.
“Cause of Death Fucking Mental” es el primer disco de estos
italianos locos (por cierto, el demo grabado en 2011 lleva el mismo título), y
es una brutal pero divertida invitación a introducirse en el mundo de esta
recomendable banda llamada Shellshock. Yo acepté la invitación, y debo decir
que la he pasado muy bien escuchando este primer trabajo de la banda. Los
invito a despojarse de todo aquello que los contiene, y, seguidamente, los
invito a enloquecer escuchando este fulminante disco debut de Shellshock.
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