jueves, 29 de agosto de 2013

Homicide Hagridden - US


Año: 2012
Sello: Buil2Kill Records
País de origen: Italia

Hace tiempo que vengo sosteniendo que la Nueva Ola de Thrash Metal tiene poco para ofrecer. Y hace tiempo que vengo sosteniendo que, debido a que no ha surgido nada renovador en el Thrash, es absolutamente necesario que se compense esa carencia de sorpresas con un derroche de energía desbordante. Los italianos de Homicide Hagridden lo tienen muy claro a esto, aparentemente. Y en base a eso, salen a matar. Desde el primer track hasta el último, la banda de Turín apunta y tira con certeza, en la mayoría de los casos. No hay nada innovador, no hay nada sorprendente; pero sí hay un caudal de energía que arremete contra el oyente, que lo acribilla a disparos. De entrada recuerdan a Slayer, sobre todo por la voz de Massimo Moda (quien también es guitarrista), quien recuerda a Tom Araya. Pero a medida que avanza el disco surgen otros matices que le dan más variedad al álbum. Algunas cosas remiten a The Haunted del primer disco, otros pasajes exhiben buen gusto al momento de elegir melodías que le confieren un encanto particular a la canción en cuestión Dimension Zero es una de esas canciones), y, en la mayoría de los casos, aparece un groove demoledor que les permite despegarse del clásico formato de canción thrasher de los 80s.
Mención especial para Stefano Moda, un baterista preciso e incansable. El resto del grupo (Daniele Bidoggia en guitarra, Davide Rou Roch en bajo, y el ya nombrado Massimo en guitarra y voz) no desentonan en absoluto con lo hecho por su baterista, y entre los 4 terminan conformando un tándem poderoso. Y, un dato para nada menor, lo hecho por los músicos se consolidad gracias a una producción que sirve para que la banda suene cruda, fuerte, pero no Old School, alejándose de esta manera, de la horda de bandas thrasher que pretenden emular a Sodom, Bathory o Vio-lence hasta en el más mínimo detalle. Si bien HH son un grupo thrasher con una marcada influencia del mejor Thrash (el de los 80s, sin lugar a dudas), no se encasillan dentro de los moldes sonoros/compositivos de la Era de Oro del Thrash, y toman cosas de los 90s, e incluso hacen uso de algunas herramientas más actuales, con lo cual logran crear un álbum que no descolla, pero que entretiene y mucho a base de velocidad, energía y furia. Como ya dije antes, sin sorprender, pero dejando el crédito abierto para futuras grabaciones/ediciones.

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