Año: 2012
Sello:
Autoproducido/independiente
País de
origen: Rusia
El Japcore
(o Hardcore Japonés) está haciendo escuela en el mundo entero. Las esquirlas
están cayendo en distintas partes del mundo, y Rusia no está ajena a esa
explosión y sus consecuencias. The LTP es un combo ruso, justamente, cuya
influencia más clara viene del lado de Japón. Más exactamente, las influencias
vienen por el lado del Hardcore Punk más rudo y ruidoso de dicho país. Claro,
The LTP no es un grupo de Japcore ni pretenden serlo. Son rusos hasta la
médula, y ya desde el idioma elegido para cantar (el ruso) queda esto en
evidencia. Incluso el booklet, la carátula trasera y demás, están escritas en
ruso. Es decir que, más allá de que las influencias más claras de The LTP sean
bandas japonesas como D-Clone, Disclose, Morpheme o Gauze, está claro que
buscan ser ellos mismos. Al menos en mi caso, nunca había escuchado una banda
rusa que practique este Raw Noise Punk tocado de manera tan caótica. Recuerdo a
Crowd Control, quienes supieron lanzar un splits junto a Agathocles, mas ahora
mismo no tengo la certeza de que fuera una banda rusa o de algún país vecino
(y, además, mezclan Crust con Grind, en la vena de Extreme Noise Terror). A lo
que voy es que The LTP, sin ser ni hacer algo que me enloquezca, me han hecho
abrir los ojos y los oídos a una escena que desconocía, sinceramente. Y gracias
al intenso ruido que escupen los rusos en este trabajo, y a la actitud
combativa de la banda (algo que queda en evidencia con sólo ver la portada del
disco), mi interés por The LTP y la escena Hardcore punk rusa en general, ha
surgido de golpe, como por arte de magia.
Tampoco
quiero exagerar: The LTP es una banda a la cual aun le falta pulir algunos
detalles para sonar absolutamente violentos. Son intensos y ruidosos, pero en
la manera que lo exige el estilo que practican. Mas hay un puñado de cualidades
que hacen de este grupo algo interesante y recomendable para todo aquel que
guste de conocer (y coleccionar, tal vez) material de bandas punkies que hacen
de la rebeldía y la honestidad una bandera.
Hablando
específicamente del álbum, debo decir que impera la velocidad y la
desprolijidad, además de que el sonido (muy rústico, como debe ser) ayuda a
incrementar la sensación de desorden. Buena versión de “Police Bastard”, el
clásico de Doom, y correcto el material propio. Pero, por sobre todas las
cosas, me resulta muy positivo que bandas de este tipo, y de esa región del
planeta, se muevan y difundan su música en el mundo entero. Al menos de parte
del anarquista que esto escribe, el apoyo está.
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