Año: 2012
Sello:
Autoproducido/Independiente
País de
origen: USA
Desde
Atlanta llega un dúo capaz de destrozar el sistema nervioso de cualquier
individuo. Extremistas hasta la médula, velocistas enloquecidos y fanáticos de
las canciones de muy corta duración, Daniel Deckebach y Robert Sarabia escupen
una ristra de 10 canciones encadenadas, sin dar respiro ni tomarse un respiro.
Eso sí, no me pregunten qué rol cumple cada uno de los miembros del dúo, pues
no encontré ninguna información al respecto. Mas eso carece de interés cuando
la música abruma los sentidos, tal como lo hace la música de Rapturous Grief en
este 7”. Blast Beats atronadores sobre los cuales una guitarra lanza riffs
caóticos, y una voz mas cercana al Power Violence de Dropdead o a Los Crudos,
vocifera (en español) en contra de todo lo establecido, la policía, la Justicia como poder y sus
representantes, los estados psicóticos a los cuales es inducido el individuo en
ésta sociedad alienada, y demás tópicos ideales para acompañar tan tremebunda
descarga de Grindcore y Power Violence. Todo en poco tiempo, todo urgente, como
si el mañana no fuera a llegar jamás. Esa desesperación que vivimos a diario
cuando salimos a la calle, y vemos los rostros desencajados de los demás,
cuando vemos a las personas atropellándose mutuamente sin sentido alguno,
agrediéndose injustificadamente por nimiedades. Esa desesperación de aquel que
ve como el mundo le pasa por encima, y él, sintiendo la obligación de no perder
el tren, se auto-obliga a seguir un ritmo inhumano, insano, asesino, todo con
tal de no ser excluido de la sociedad. Eso es lo que me provoca la furtiva
balacera sonora despedida por los de Atlanta, quienes bautizaron al grupo con
el nombre de una gran canción de mis amados Gorguts.
Para los
coleccionistas, les cuento que este 7” fue editado en una edición limitada de
200 copias, 100 de ellas en un color diferente. Eso para los coleccionistas.
Para los que sólo buscamos escuchar música dura, muy dura, y no nos ponemos a
contemplar esos detalles al instante de escuchar un disco, acá hay 10 violentas
composiciones para enardecerse.
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