Hasta enero de este año, con mi pareja estábamos debatiendo acerca del festival al cual íbamos a ir. el Obscene Extreme México era el festival que más nos atraía. Pero el cepo cambiario que nuestro "amado" gobierno impuso unilateralmente, sumado a que Voivod (una de mis bandas favoritas) fueron confirmados para el segundo día del Metal Fest, hicieron que la decisión fuera indeclinable: había que ir al Metal Fest. Voivod no tocaron, pero la calidad y cantidad de bandas que integraron la grilla hacen que el Metal Fest sea EL FESTIVAL sudamericano de Metal más importante de todos los tiempos. Ahora sí, lo vivido durante dos días inolvidables.
SABADO 13 DE ABRIL.
15 HS: LOCK UP
Voy a comenzar la reseña contando algo sobre mí: soy un
comprador de cds, vinilo y tapes que está al borde de la adicción. Justamente
por eso, más un inconveniente que no viene al caso, me perdí a Lock Up. Esto
fue así: entré al Estadio y encaré directamente hacia los puestos de venta de
merchandising. Paré en uno que tenía una buena cantidad de cds y vinilos, en
donde mantuve una amena charla con Matías Leovicio, el cantante de Nuclear (banda chilena
de Thrash Metal que viene creciendo a pasos agigantados). Él fue quien me
atendió en dicho puesto. De ahí pasé a otro puesto, en donde me puse a ver
vinilos de Crust, Hardcore y Punk en general. Terminé el recorrido pues se
venía Arcturus.
Una lástima, pues realmente deseaba ver a Lock Up. Mas mi
locura por comprar cds pudo más.
16 HS: ARCTURUS
Nunca fui fan de esta banda. Así que encaré hacia el
escenario con cierto escepticismo positivo, con ganas de re-descubrir a un
grupo al cual jamás le di mucha bola, pero que siempre me gustó, aunque sin
volverme loco. ¡Vaya sorpresa fue para mí lo de éstos noruegos locos! Un show
delirante, original, fresco y lleno de buen gusto y virtuosismo. ICS Vortex
hizo de las suyas, paseando su enorme humanidad por todo el escenario, y
cantando con soltura y dejando en claro que al tipo le gusta jugar al borde de
la cornisa. Algunas inflexiones vocales me recordaron (y mucho) al Roger Waters
de “The Wall”, pero con la impronta nórdica a flor de piel. Mención aparte para
la performance del gran Hellhammer, a quien poco y nada pude escuchar la vez
que Mayhem tocó en Argentina (aquella vez, el sonido fue deplorable). Esta vez
pude sacarme las ganas de escuchar y disfrutar de uno de los mejores bateristas
de Metal del mundo entero. El resto del grupo estuvo a la altura de las
circunstancias, como era de esperarse. Un muy buen show, que sirvió para
disipar todas las dudas que yo albergaba respecto a Arcturus en vivo.
17:15 HS: CORROSION OF CONFORMITY
C.O.C. es un grupo que me encanta hasta “Blind” inclusive.
“Deliverance” me parece un muy buen disco, claro que sí. A partir de ahí, todo
lo hecho por C.O.C. me deja algo desubicado. Algunas canciones me parecen
geniales. Otras, me aburren. Desde “Wiseblood” en adelante que me sucede esto.
Y con el concierto de Mike Dean y los suyos me pasó eso. Arrancaron con Groove
y velocidad Hardcore en dosis iguales; más precisamente, comenzaron con "Psychic Vampire".
Pensé que iba a presenciar un concierto glorioso, pues esa sensación tuve gracias
a la manera en que entraron éstos veteranos luchadores. Para colmo le pegaron
“Deliverance” (la canción), una de mis canciones favoritas de C.O.C. que fue
tocada de manera magistral (mejor que en el disco, incluso). Pero de a poco, el
aburrimiento se fue apoderando de mí, así que con mi amigo Leandro decidimos ir
a sentarnos al fondo y presenciar el resto del show desde ese cómodo lugar.
Subió Pepper Keenan, descargaron algunos clásicos de mi época favorita, pero mi
entusiasmo jamás explotó. Si fue la banda o si soy yo, nunca lo sabré. Sólo
puedo decir que el show me pareció correcto. La banda suena muy bien, son
músicos que la tienen clarísima, pero…otra vez será.
18:15 hs: SODOM
Siempre lo dije: Exodus y Sodom son MIS BANDAS, si hablamos
de Thrash. Para mí, los germanos comandados por Tom Angelripper (junto a los de
Gary Holt), si bien empezaron su carrera dentro del mundo del más primigenio
Black Metal de los 80s, son la quintaesencia del Thrash Metal. Y si a alguien
le quedaban dudas, éstas fueron aniquiladas apenas el trío teutón descargó “Among
The Weirdcong” sobre todos los presentes. De ahí en más, un vendaval de Thrash
furioso se desencadenó y fue imposible frenarlo. Tom se lució tanto como
frontman, como cantante y bajista. Escupió frases con su voz reventada, arengó
a los fieles y condujo a miles de soldados decididos a dar la vida en el Campo
de Batalla. Bombazos como “Burst Command ´Til War”, “Outbreak Of Evil”,
“Blasphemer”, “Agent Orange”, “Nuclear Winter” e “In War & Pieces” sonaron
tal como debían sonar: como si estuviéramos en medio de un ataque aéreo en la Segunda Guerra Mundial.
Lamentablemente, el show se hizo un poco corto. No sé si a Bernemann se le
rompió la guitarra y no tenía otra. No sé si efectivamente el show había
llegado a su fin. La cuestión es que la sensación que me llevé fue la de estar
en medio de una cogida salvaje, y que la misma se cortó cuando estaba a punto
de eyacular porque algún hijo de puta decidió molestar tocando el timbre
incesantemente. Igual, Sodom fue una aplanadora.
20:15 HS: MORBID ANGEL
¿Qué esperar de Morbid Angel? Por lo hecho hasta “Gateways
To Annihilation” Morbid Angel es mi banda favorita dentro del Death Metal. Pero
su último disco me parece una reverenda mierda. Lo escuché mil veces, y debo
admitir que al principio no me desagradó. Pero con el paso del tiempo, me
terminó pareciendo una gran cagada. No tenía desconfianza a lo que Morbid Angel
podían hacer sobre las tablas. Pero ¿y si desaprovechaban el tiempo tocando
temas de ese disco innombrable? Por suerte, a los segundos de haber comenzado el
concierto, todo quedó aclarado: Morbid Angel nos iban a patear el culo, los
dientes, la espalda y todo lo que le interpusiéramos. “Immortal Rites” abrió
las puertas del Infierno, y el Movistar Arena fue el lugar en donde todos los
Demonios se unieron para rendir culto a Él, El Maligno. “Fall From Grace”,
“Rapture” y “Maze Of Torment” transformaron el Campo en un hervidero de cuerpos
sudoroso que se amasijaban entre sí, mientras David Vincent dictaba ordenes
cual dictador. Y nosotros obedecíamos sin chistar. Tras esos clásicos, Vincent
anunció “Existo Vulgore”, anuncio que fue recibido con frialdad por todos. Vino
“Nevermore” y, si bien las versiones de ambos temas no fueron malas, la
diferencia de calidad entre estas cancioncitas y los clásicos, es abismal.
Parecía que se venía la noche, que Trey y sus colegas perdían el rumbo. Pero
no, nos escupieron “Chapel Of Ghouls” y todo volvió a la anormalidad tan amada.
Para cuando Vincent anunció “God Of Emptiness”, todos estábamos de rodillas
antes los Dioses del Death Metal. Dato al margen: para éste momento del show,
Phil Anselmo estaba a un costado del escenario, poseído como buen fanático al
borde del éxtasis. No era para menos, pues Azagthoth, Vincent y sus dos
talentosos compañeros, dieron una soberbia cátedra del mejor Death Metal.
Terminaron y nos fuimos mis amigos y yo a tomar un poco de
aire. ¿Podría alguna otra banda superar lo hecho por Morbid Angel?
21:45 HS: TWISTED SISTER
Era necesario que, después de tamaña exhibición de poder y
maldad, subiera al escenario alguna banda que transforme el Estadio en una
fiesta. Por eso creo que la elección de Twisted Sister fue perfecta. Dee Snider,
Jay Jay French, Eddie Ojeda, AJ Pero y Mark “The Animal” Mendoza subieron
dispuestos a que nadie se quede sentado y sin corear su canciones. Y lo
lograron. ¡Vaya si lo lograron! Bien sabemos que el Metal está lleno de
divisiones. Y bien sabemos que los fanáticos de esos sub-géneros que dividen al
Metal en mil partes, son lo suficientemente cerrados como para no aceptar la
existencia de otros sub-géneros. Twisted Sister hicieron que las divisiones
desaparezcan. Hicieron que, al menos por una hora, el Metal sea sólo uno y nada
más que uno. Y, a decir verdad, todos fuimos uno durante la magistral clase de
los TS. Ya con el primer tema (el inmortal “You Can´t Stop Rock & Roll”)
las voces del público se hicieron sentir con fuerza inusitada. Dee arengaba,
saltaba, nos tenía a sus pies. La energía que bajaba del escenario enloqueció a
todos y cada uno de los presentes. Y nuestra locura volvía al escenario, en
donde 5 leyendas del Metal disfrutaban (y hacían disfrutar) a rabiar. A un
costado estaba Kirk Windstein, el barbudo guitarrista de Down (líder de
Crowbar, por supuesto), quien cumplía años. Según me contaron, Twisted Sister fue
el regalo de cumpleaños que le hicieron al orondo guitarrista/cantante. Si es
así (que TS fue el regalo de cumpleaños para Kirk), pues tremenda fiesta de
cumpleaños tuvo! Kirk, junto a Kevin Sharp (cantante de Brutal Truth) de un
lado, y los demás integrantes de Down, del otro lado del escenario, cantaron y
saltaron como niños al son de esos eternos himnos adolescentes. Con “We´re Not
Gonna Take It” el Estadio explotó, y ahora sí, cantamos y saltamos todos. Y
cuando digo todos, quiero decir TO-DOS. Snider puso la nota de color al
recordar que un grupo chileno hizo un cover de ese clásico, al cual
rebautizaron como “Huevos con Aceite”. Seguidamente, la banda arrancó (otra
vez) con esa canción, pero esta vez todos cantamos “Huevos Con Aceite” en lugar
de “We´re Not Gonna Take It”.
No faltaron “Burn In Hell”, “I Wanna Rock” (nuevamente, todo
el Estadio cantando hasta enronquecer), y el final con una estruendosa versión
de “It´s Only Rock & Roll” de los Rolling Stones. Final glorioso. Manos
rojas de tanto aplaudir, gargantas destrozadas y hasta algunos cincuentones con
lágrimas en los ojos. Twisted Sister nos hicieron volver al 84, y nos
entregaron un concierto de esos que jamás se olvidan.
23:15 HS: DOWN
Los fans de Anselmo me van a odiar. Pero la sinceridad ante
todo, así que ahí voy. Down no tendrían que haber tocado después de Twisted
Sister. De hecho, la fecha debió haber terminado con Twisted Sister. Que no se
me malinterprete, por favor. Down dieron un buen recital. Sonaron muy bien,
pesados y arrastrados como siempre. Phil Anselmo está en buena forma, y es un
muy buen frontman. La dupla Keenan-Windstein derrocha groove y pesadez, además
de riffs memorables. La base rítmica integrada por Jimmy Bower en batería y Patrick Bruders es realmente heavy, además de ajustada. Ni hablar de cuando tocan temas de su
primer disco, el genial “Nola”. Ahí la intensidad sube a niveles exagerados.
Pero no pudieron ni siquiera empatar lo hecho por Dee Snider y compañía. Ok,
temas como “Eyes Of The South”, “Lifer”, “Stone The Crow” y, cómo no, “Bury Me
In Smoke”, son verdaderas joyas, por lo cual es imposible que esas canciones,
en manos de éstos tipos, suenen mal. Sin embargo, y parafraseando a mi amigo
Max Prowler, da la sensación de que el escenario les quedó grande a los muchachos
de Anselmo. Nada grave, pues resulta difícil subir al escenario y mantener el
nivel de excitación generado por Morbid Angel y Twisted Sister.
En resumen, un buen espectáculo, pero por debajo de lo que
esperaba. La culpa fue de Snider y su pandilla.
DOMINGO 14 DE ABRIL
15 HS: BRUTAL TRUTH
En 1992 escuché por primera vez a Brutal Truth. Desde ese día,
comencé a soñar con la posibilidad de verlos. El domingo 14 de abril del 2013,
ese sueño se hizo realidad. No sólo eso, sino que el concierto de los grinders
norteamericanos fue soñado. A ver si nos entendemos: comenzar con “Birth Of Ignorance”
es salir ganando desde el primer segundo. Y si a ese clásico le pegan “Stench
Of Profit” y “Sugardaddy”, entonces la cosa queda muy clara: Brutal Truth
salieron a matar. Y quedamos todos tirados en el piso, devastados por la
incendiaria cátedra de Grindcore que dieron éstos legendarios maestros del caos
y la velocidad.
Verlo al gran Dan Lilker, usando su bajo cual arma de
destrucción masiva, acompañando vocalmente a Kevin Sharp, fue un sueño hecho realidad.
El altísimo ex bajista de Anthrax y miembro fundador de Nuclear Assault (además
de ser uno de los padres de S.O.D., haber tocado en Autopsy y Exit-13, entre
muchos otros) es un ícono, uno de esos tipos que están más allá de todo. Y
sobre el escenario del metal fest confirmó que es un grande de verdad. Al igual
que Kevin Sharp, una de las voces más emblemáticas del Grindcore. El cantante
de BT paseó todo su desparpajo, luciendo como un campesino australiano, y
sacando a relucir su chapa de GROSSO DEL GRINDCORE. Kevin gritó, metió growls,
saltó, recorrió el escenario, arengó, y terminó el concierto tirándose al público
que no paró de adorarlo.
Mención aparte para el entrañable Richard Hoak, un baterista
de otro planeta. Un verdadero showman detrás de su instrumento. Lo que Richard
hizo, y lo que Richard tocó, no puede ser explicado con palabras. Hay que ver
(y escuchar) para creer. Un genio!
Sonó “Choice Of A New Generation”, todos estallamos
vitoreando a los maestros, y a prepararse para lo que venía. Sueño cumplido.
16 HS: NILE
Tras una breve pausa, volvimos a posicionarnos cerca del
escenario. El concierto había comenzado de manera infernal, y seguí con una de
las bandas más poderosas del universo: Nile. ¿Sobreviviríamos a Nile, luego del
vendaval de Brutal Truth? Por suerte puedo decir que sí, y puedo contarlo. Estremecedor
lo de Karl Sanders y sus talentosos compañeros de bandas. Dallas Toler-Wade se
paró en el centro del escenario, y cual comandante, lideró a esa máquina de
matar llamada Nile. Por unos instantes, la imagen de H.P. Lovecraft se corporizó
sobre las tablas, y lo vimos engendrar pesadillas basadas en mitos ancestrales.
Antiguos rituales egipcios se sucedieron a través de los incandescentes sonidos
emitidos por los norteamericanos. Sethu, Nephren-ka, Cthulu, Nyarlathotep
pasearon por el recinto, inundando el lugar de simbología indescifrable, que
los músicos interpretaron y transformaron en una sucesión de composiciones
aplastantes.
Dallas, Karl, el incansable (e inhumano) George Kollias, y
Todd Ellis, conformaron un bloque indestructible y aplastante. 10 canciones,
una mejor que otra, finalizando el concierto con el himno “Black Seeds Of
Vengeance”. No sé si el show fue corto, o si a mi me resultó corto. Corto o no,
fue devastador. Y tras semejante golpiza sonora, era necesario reponer energías.
Es que lo de Nile es tan intenso, que es absolutamente necesario descansar tras
un concierto suyo.
17 HS: BRUJERIA
La razón por la cual viajé a Chile se llama Voivod. Días
antes de que el festival se lleve a cabo, la organización confirmó que Voivod
no iban a tocar por los problemas de salud que Snake (cantante de una de mis
bandas favoritas) viene acarreando desde hace un tiempo. Reconozco que, por un
instante, llegué a dudar acerca de si valía la pena viajar. Claro, nombres como
Brutal Truth, Nile, Twisted Sister y otros más, me convencieron. Pero de
entrada, el reemplazo que pusieron en lugar de Voivod, me cayó realmente mal. Brujería
no puede ocupar el lugar de Voivod. De hecho, pocas bandas pueden hacerlo. Pero
si hay un grupo que está muy lejos de llenar esos enormes zapatos, esa banda es
Brujería. Y no me equivoqué. Al tercer tema mi fastidio era inocultable, así
que opté por lo más sano: salir del recinto a comprar más cds, beber algo,y,
por sobre todas las cosas, reponer energías. De paso, pude disfrutar del
intenso show que los locales Nuclear dieron en el escenario local.
18:30 HS: SYMPHONY X
Tenía muchas ganas de ver a My Dying Bride y Carcass. Pero
también sentía la necesidad de hidratarme, relajarme y charlar un rato con mis
amigos. Por eso el concierto de Symphony X fue la excusa perfecta para hacer
todo eso. No me pregunten si los norteamericanos liderados por Michael Romeo
sonaron bien o no. Jamás me interesó esta banda, y no creo que alguna vez
cambie de opinión. Con Orategod sonando de fondo (seguíamos sentados cerca del
escenario local), fuimos preparando nuestros maltratados cuerpos para disfrutar
de los doomsters ingleses.
20:00 HS. MY DYING BRIDE
La presencia de Aaron Stainthorpe y compañía me había generado
muchas expectativas. Siempre los seguí, y prácticamente todos sus discos me
parecen muy buenos. A eso hay que sumarle que verlos en vivo es una experiencia
muy especial, si nos basamos en lo que podemos ver en los dvds del grupo. Realmente,
lo de My Dying Bride fue una gran experiencia. Transformaron el festival en una
procesión fúnebre, desgranando clásicos al por mayor, y ganándose aplausos de
todos los asistentes. Asistentes que dejamos de lado la euforia para
sumergirnos en el mundo lúgubre de la banda de Halifax, Inglaterra, que hace 23
años atrás comenzó a engendrar (junto a Paradise Lost y Anathema) una nueva
forma de hacer Doom Metal. Y dejamos de lado la euforia para darle lugar a la
melancolía, la angustia, la nostalgia…la muerte. Por momentos, y a pesar de las
hermosas melodías ejecutadas por los británicos, daba la sensación de que el
amargo hedor de un cementerio inundaba el lugar. Obviamente, ese elegante
anfitrión llamado Aaron Stainthorpe, tuvo mucho que ver. Un verdadero actor el inglés,
viviendo cada canción, actuando las líricas de la banda con cuerpo y alma.
Sonaron “Like
Gods Of The Sun”, “Turn Loose The Swans”, “The Raven & The Rose” y “The Cry
Of Mankind”, entre otras, todas de manera oscura, lánguida y elegante. Cerraron
con “The Forever People” y todos suspiramos por última vez, despidiendo a My
Dying Bride con una ovación.
21:30 HS: CARCASS
El el 2008 tuve que elegir: Mayhem o Carcass. Ambas bandas
tocaban en Argentina con pocos días de diferencia, y el bolsillo sólo me permitía
ver a una. Elegí a Mayhem. Ya me llegaría la revancha y vería a Carcass en todo
su esplendor (o al menos, eso deseaba). La revancha llegó, y al fin pude ver a
Carcass en vivo. Mi entusiasmo, antes del recital, era enorme, pues se había
filtrado una información que me tenía muy arriba. Se decía que Jeff Walker, Bill
Steer y sus nuevos compañeros, iban a tocar el “Necroticism: Descanting The
Insalobrious” completo. Resulta que ese disco es mi favorito de Carcass, así
que mi entusiamso y expectativas eran enormes. Bien, no tocaron ese disco
completo. Sí hicieron varias gemas de esa obra maestra (“Incarnated Solvent
Abuse”, “Corporal Jigsore Quandary” pegado a “”Forensic Clinicism/The Sanguine
Article”), la agrupación inglesa se paseó por todos sus discos, dejando más que
satisfechos a todos. Sí, hasta tocaron un tema de “Swansong”. Sin embargo, mis
momentos favoritos del muy buen concierto de Carcass están ligados al pasado
del grupo. Cuando los 4 fantásticos
decidieron ensordecer nuestros oídos con los pútridos acordes (y viscerales
ritmos) de “Reek Of Putrefaction” y “Symphonies Of Sickness” fue cuando estuve
al borde de eyacular. Verlo (y escucharlo) a Bill Steer cantar con esa voz
ultra-gutural, pronunciando frases indescifrables sobre cuerpos en estado de
putrefacción, enfermedades y autopsias, fue retrotraerme en el tiempo, y
recordar cuando me encerraba en mi habitación a escuchar los 2 primeros
trabajos de Carcass. Obvio, lo más festejados fueron “Heartwork” (que comenzó
con la inolvidable “Ruptured In Purulence”) y “No Love Lost”, canciones que
fueron tocadas con toda la furia y la clase a la cual nos tienen acostumbrados
los amos del Splatter, y, por qué no, padres del Melodeath.
La cuestión es que Carcass fue una fiesta. Una fiesta
extrema, sí, pero fiesta al fin. Y como tal, se fueron del escenario con toda
la gloria.
23HS: DEVIN TOWNSEND
No sabía que esperar del genial músico canadiense. Si bien sé
que Townsend es un genio con todas las letras, y si bien soy un incondicional
seguidor de su carrera, sin importar con qué grupo, también es cierto que si
sentido del humor me tenía en vilo. A Devin lo veo como si fuera el Frank Zappa
del Metal (aunque el término Metal le queda chico, muy chico), y justamente por
eso la incertidumbre me dominaba. ¿Devin haría un show acorde al festival en el
cual se presentaba? ¿O se cagaría en el rótulo Metal, y haría de las suyas? Cómo
sea, de seguro iba a estar bueno. Me equivoqué, pues lo de Devin no estuvo
bueno: estuvo genial. Claro, todas las elucubraciones que escribí al comienzo,
no son mas que obra de una mente común y corriente como la mía. Tratar de
predecir a Townsend desde mi lugar, es una idiotez, pues Devin es un genio. Y
como es un genio, dio un concierto majestuoso, gigante, histórico, emocionante
y extasiante. Sinceramente, creo que jamás volveré a presenciar un concierto
superior al dado por Devin Townsend. Creo que es humanamente imposible superar
un show tan descomunal (desde lo musical). Townsend nos abofeteó a todos, y nos
sacó de nuestra ceguera metalero, demostrando que no hace falta vivir
repitiendo fórmulas para lograr la aceptación de un público tan complicado como
lo es el metalero. Siempre lo hizo, pero en vivo, todo lo genial de este
artista, se potencia. Se potencia hasta dejar al público sin palabras, mirándonos
los unos a los otros con nuestros rostros desencajados, sonriendo de felicidad,
y pidiendo por favor que ese momento único no se acabe más.
No voy a hablar del setlist, pues es intrascendente hablar
del mismo cuando lo realmente importante fueron las emociones que nos
invadieron a lo largo y lo ancho de un show de otro planeta, dado por un
artista que es cualquier cosa, menos humano.
Y se fue el Metal Fest 2013, con un final a toda orquesta, a
cargo de un hombre que es necesario re-descubrir constantemente, pues se
re-inventa a sí mismo constantemente. Se fue el festival, y nosotros salimos agotados
pero felices, conscientes de haber vivido un evento de esos que marcan un antes
y un después en la vida de uno. Tanto nos marcó, que, de no mediar ningún
inconveniente, el año que viene volveré a decir presente en este gran festival.
Gracias Metal Fest, gracias Chile. Nos vemos el año que viene.
4 comentarios:
Genial el review, soy chileno y soy un seguidor de tu pagina, es mas, ha llegado ser casi mi biblia en cuanto a seguir recomendaciones de discos jajajaa, la verdad, encuentro genial tu blogspot, mucha informacion de distintos estilos de musica y eso es lo que mas me agrada...Espectacular que habras gozado el Metal Fest de mi pais, veo que este año vinieron mas extranjeros a presenciar este show y muchos he leido que quedaron muy conformes con la organizacion y que los chilenos los recibieron bastante bien, todos piensan en volver el proximo año y eso como Metalero y chileno me enorgullece y esta reseña explica un poco de eso...Saludos desde Santiago y nos vemos en el Metal Fest 2014
Con respecto al concierto de Carcass, acá tocaron el Necroticism completo, lo que pasa es que en Argentina tocaron 22 temas, y para Chile tuvieron que acortar el setlist.
Creo que debería juntar unos pesos para el año que viene jajaja
¡Saludos!
Queeeee ???, en Argentina tocaron el Necroticism completo ???, maldita sea, es casi un sueño para cualquier cristiano presenciar algo asi...
No vi a Carcass en Buenos Aires, pero sé que hicieron el Necroticism completo. Igual, cambió a Carcass tocando esa gema por el Metal Fest sin pensarlo jajaja
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