martes, 20 de noviembre de 2012

Asspera - Viaje Al Centro de la Verga


Año: 2012
Sello: Don´t Pay Music
País de origen: Argentina

Asspera es un grupo sumamente especial. No sólo por lo que hacen, y por como lo hacen, sino, también, por lo que generan. La ausencia de prejuicios a la hora de hacer su arte provoca que el sectarismo y la intolerancia de determinados sectores metaleros afloren con fuerza inusitada. Razones para que las hordas de intolerantes se justifiquen existen, aunque no se justifiquen. Veamos, por un lado tenemos la música del grupo, que va desde el Groove Metal hasta el Thrash, pasando por el Heavy Metal más clásico. Todo muy bien hecho, tocado con una precisión y una limpieza deslumbrantes, además de que son buenos compositores. Pero, aquí viene algo que muchos odian, los tipos no tienen problemas a la hora de hacer covers de grupos de cumbia, cuarteto u otros ritmos bailanteros que tanto molesta a algunos metaleros con mentalidad a lo Joey Di Maio. Luego vienen las letras, que van desde la crítica social cruda y descarnada, hasta delirios llenos de un humor grotesco y delirante. Esto último, por lo visto, también horroriza a varios. Y también está lo de la imagen, con los integrantes ocultando los rostros bajo máscaras, e incluso, ocultando sus verdaderos nombres detrás de pseudónimos muy inteligentes e hilarantes. Pero lo que más parece molestar es ese aire a bizarreada casi constante que impregna toda la obra de Asspera. Eso ha llevado a que algunos fanáticos de la solemnidad pronuncien frases del tipo “el Metal es algo serio, no es para boludear” o bien “estos tipos se burlan del Heavy Metal”. Permítanme que les diga algo: no hay nada menos serio que aquel que carece de sentido del humor. Por lo tanto, si hay algo que a Asspera le sobra es seriedad. Seriedad que deviene de saber cuando y como cagarse de risa de lo que sea.
Ahora bien ¿qué podemos decir de este tercer disco full de la banda de Richar Asspero, Rockardo Asspero, 3,14 Jota y Nicogollo Muñón? Que demuestran que, además de todo lo expuesto anteriormente, Asspera poseen una virtud que resulta sumamente elogiable: un sonido y una personalidad propia, inconfundibles. Con sólo escuchar un fragmento de una canción, con sólo escuchar un párrafo pronunciado por Richar, uno ya sabe que está escuchando a la gran A. Y eso, amigos míos, es algo que muy, pero muy pocos grupos argentinos han logrado a lo largo de la historia. Y no sólo eso, pues Asspera hacen gala de una creatividad que parece no agotarse, sin la necesidad de estar saliéndose del molde constantemente. Los tipos saben cuando pisar el acelerador y sacar afuera toda la mierda de manera realmente agresiva (escuchen “Patada en los Huevos”, un temazo de aquellos que hace honor al título. Y presten atención a la letra, sobre todo aquellos que se llenan las bocas diciendo que Asspera hacen letras pueriles), cuando meter Groove y gancho a rabiar (“Milongas de Oro”) o cuando bizarrear de lo lindo, demostrando que siempre hay espacio para salirse de lo preestablecido, dándole lugar a las canciones deformes y jocosas que permiten que el disco resulte dinámico y entretenido de punta a punta (“Pucherazo y a la Bolsa” es un claro ejemplo). Incluso, y como ya es costumbre, los tipos se le animan a una versión de “Quien se ha Tomado Todo El Vino?”, canción popularizada por La Mona Jiménez (por cierto, de todos los covers hechos por la A, este me parece el más flojo). O sea, Asspera, además de ser bizarros, son inteligentes y certeros a la hora no sólo de elegir cuales canciones conforman la edición final del disco, sino que hacen gala de esas mismas virtudes al momento de elegir qué lugar ocupará cada canción en la placa. A eso hay que sumarle la labor de Rockardo Asspero en guitarra (tal vez el mejor violero que hay hoy en el Metal en Argentina), el soporte firme y contundente de 3,14 Jota en bajo. La firmeza de Nicogollo en batería, con el inefable El Tumba acompañando en percusión. Y, claro, el entrañable Richar Asspero, con su voz a la Ricardo Iorio (ni la voz ni el seudónimo son casuales), dándole al grupo el toque distintivo. En resumen, “Viaje al Centro de la Verga” es un buen disco, en donde los Asspera confirman todo lo expuesto en sus trabajos anteriores, y, de paso, reforzando algo que ya venía quedando en claro desde el disco debut: que son un grupo único.
Los detractores de siempre hablarán, como siempre, de que las letras sólo dicen “caca”, “verga”. “puto” y otras palabras similares, sin detenerse a analizar el contexto en el que están pronunciadas. Que no son serios. Que hacen esto por la guita, y demás sandeces sin sentido. Para ellos tengo algunas palabras: sigan en su mundo de fantasía, creyendo que son legisladores del Metal, decidiendo qué está permitido, y qué no está permitido. Nosotros, los que no vivimos bajo esas reglas estúpidas, seguimos disfrutando de la música y de la desfachatez de Asspera. 

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