Año: 2012
Sello: Don´t Pay Music
País de origen: Argentina
Asspera es un grupo sumamente especial. No sólo por lo que
hacen, y por como lo hacen, sino, también, por lo que generan. La ausencia de
prejuicios a la hora de hacer su arte provoca que el sectarismo y la
intolerancia de determinados sectores metaleros afloren con fuerza inusitada.
Razones para que las hordas de intolerantes se justifiquen existen, aunque no
se justifiquen. Veamos, por un lado tenemos la música del grupo, que va desde
el Groove Metal hasta el Thrash, pasando por el Heavy Metal más clásico. Todo
muy bien hecho, tocado con una precisión y una limpieza deslumbrantes, además
de que son buenos compositores. Pero, aquí viene algo que muchos odian, los
tipos no tienen problemas a la hora de hacer covers de grupos de cumbia,
cuarteto u otros ritmos bailanteros que tanto molesta a algunos metaleros con
mentalidad a lo Joey Di Maio. Luego vienen las letras, que van desde la crítica
social cruda y descarnada, hasta delirios llenos de un humor grotesco y
delirante. Esto último, por lo visto, también horroriza a varios. Y también
está lo de la imagen, con los integrantes ocultando los rostros bajo máscaras,
e incluso, ocultando sus verdaderos nombres detrás de pseudónimos muy
inteligentes e hilarantes. Pero lo que más parece molestar es ese aire a
bizarreada casi constante que impregna toda la obra de Asspera. Eso ha llevado
a que algunos fanáticos de la solemnidad pronuncien frases del tipo “el Metal
es algo serio, no es para boludear” o bien “estos tipos se burlan del Heavy
Metal”. Permítanme que les diga algo: no hay nada menos serio que aquel que
carece de sentido del humor. Por lo tanto, si hay algo que a Asspera le sobra es
seriedad. Seriedad que deviene de saber cuando y como cagarse de risa de lo que
sea.
Ahora bien ¿qué podemos decir de este tercer disco full de
la banda de Richar Asspero, Rockardo Asspero, 3,14 Jota y Nicogollo Muñón? Que
demuestran que, además de todo lo expuesto anteriormente, Asspera poseen una
virtud que resulta sumamente elogiable: un sonido y una personalidad propia,
inconfundibles. Con sólo escuchar un fragmento de una canción, con sólo
escuchar un párrafo pronunciado por Richar, uno ya sabe que está escuchando a
la gran A. Y eso, amigos míos, es algo que muy, pero muy pocos grupos
argentinos han logrado a lo largo de la historia. Y no sólo eso, pues Asspera
hacen gala de una creatividad que parece no agotarse, sin la necesidad de estar
saliéndose del molde constantemente. Los tipos saben cuando pisar el acelerador
y sacar afuera toda la mierda de manera realmente agresiva (escuchen “Patada en
los Huevos”, un temazo de aquellos que hace honor al título. Y presten atención
a la letra, sobre todo aquellos que se llenan las bocas diciendo que Asspera
hacen letras pueriles), cuando meter Groove y gancho a rabiar (“Milongas de
Oro”) o cuando bizarrear de lo lindo, demostrando que siempre hay espacio para
salirse de lo preestablecido, dándole lugar a las canciones deformes y jocosas
que permiten que el disco resulte dinámico y entretenido de punta a punta
(“Pucherazo y a la Bolsa ”
es un claro ejemplo). Incluso, y como ya es costumbre, los tipos se le animan a
una versión de “Quien se ha Tomado Todo El Vino?”, canción popularizada por La Mona Jiménez (por
cierto, de todos los covers hechos por la
A , este me parece el más flojo). O sea, Asspera, además de
ser bizarros, son inteligentes y certeros a la hora no sólo de elegir cuales
canciones conforman la edición final del disco, sino que hacen gala de esas
mismas virtudes al momento de elegir qué lugar ocupará cada canción en la
placa. A eso hay que sumarle la labor de Rockardo Asspero en guitarra (tal vez
el mejor violero que hay hoy en el Metal en Argentina), el soporte firme y
contundente de 3,14 Jota en bajo. La firmeza de Nicogollo en batería, con el
inefable El Tumba acompañando en percusión. Y, claro, el entrañable Richar
Asspero, con su voz a la Ricardo Iorio
(ni la voz ni el seudónimo son casuales), dándole al grupo el toque distintivo.
En resumen, “Viaje al Centro de la
Verga ” es un buen disco, en donde los Asspera confirman todo
lo expuesto en sus trabajos anteriores, y, de paso, reforzando algo que ya
venía quedando en claro desde el disco debut: que son un grupo único.
Los detractores de siempre hablarán, como siempre, de que
las letras sólo dicen “caca”, “verga”. “puto” y otras palabras similares, sin
detenerse a analizar el contexto en el que están pronunciadas. Que no son
serios. Que hacen esto por la guita, y demás sandeces sin sentido. Para ellos
tengo algunas palabras: sigan en su mundo de fantasía, creyendo que son
legisladores del Metal, decidiendo qué está permitido, y qué no está permitido.
Nosotros, los que no vivimos bajo esas reglas estúpidas, seguimos disfrutando
de la música y de la desfachatez de Asspera.
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