miércoles, 17 de octubre de 2012

Hellfire - Into Fire


Año: 2000
Sello: No Colour Records
País de origen: Suecia

Un grupo de adoradores de Bathory, provenientes de la mismísima tierra del gran Quorthon. No llegaron muy lejos los muchachos, pero lanzaron un disco que la rompe. Olvídense de la originalidad, de la destreza técnica y de las producciones súper elaboradas y pulidas. Dije que Hellfire fueron un grupo dedicado a homenajear a las primeras y gloriosas bandas de Black Metal, y a eso es lo van a encontrar aquí. Bathory, Venom, Hellhammer, el primer disco de Sodom, toda la horda de lunáticos que pusieron la semilla del mal y engendraron esa bestia pestilente llamada Black Metal, todos ellos son homenajeados aquí con devoción y buena música. Una música directa, cruda, ríspida, acelerada y agresiva. O sea, Black Fucking Metal de los 80s, con ese sonido horrible, como si lo hubieran grabado en una sola toma, en la habitación de uno de los integrantes. Por ciertos, y dato curioso, ni en la Encyclopedia Metallum ni en el My Space del grupo hay información acerca de los componentes del grupo. Y, sinceramente, creo que eso termina por darle al disco el halo de misterio y malignidad que tan bien queda en este tipo de bandas.
Son tan sólo 7 tracks, 25:44 minutos, mugre, caos y satanismo: Black Metal. Si no supiera que el disco fue grabado en el 2000, y alguien me agarra desprevenido y me dice que fue grabado en el 87, me trago la mentira. Me la trago y ni problema me hago, pues cuando la música suena tan auténtica, la fecha de grabación es algo intrascendente. Y es que en “Into Fire” todo resulta convincente, pues todo está hecho con amor, con huevos y sinceridad. Y está hecho por tipos que, por lo visto, la tienen clarísima en esto de hacer Black ochentoso, en especial en lo que respecta a las estructuras de las canciones y el sonido que se les da a las mismas. Es más, la portada misma, mostrando a la Cabra Ibex (Capra Ibex), es un claro indicio de que lo de Hellfire es Black de aquellos tiempos, con todo lo que concierne a ese Black, al más primitivo, al más puro. Así que, ya saben, fanáticos de Dimmu Borgir, es muy probable que este disco no sea para ustedes.  

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