viernes, 15 de junio de 2012

Conception - The Last Sunset



Año: 1991
Sello: CSF
País de origen: Noruega

Si hace unos años atrás alguien me hubiera pedido que haga una reseña de un disco de Conception, yo me hubiera reído. Si bien nunca tuve nada en contra de los noruegos, lo cierto es que jamás les di mucha bola. Por ende, no podía tener una opinión acerca de nada relacionado con la banda. Para colmo de males, su vocalista, Roy Khan, fue vocalista de Kamelot, una de las peores bandas que escuché en mi vida. Es decir, la cosa venía mal barajada entre Conception y yo. Pero si hay algo que me alegra es que no suelo ser un tipo prejuicioso, o al menos, si tengo un prejuicio, me preocupo por superarlo. Entonces, y tras la recomendación de un amigo, me conseguí el primer disco de Conception…y me encantó. Claro, esto no es Power Metal lleno de grititos maricones ni melodías épicas exageradamente lloronas. No, esto es Metal Progresivo que coquetea con lo mejor del Power, hecho con una clase abrumadora y una audacia que estremece. Acá no vas a encontrar los clásicos parámetros del Power Metal, más allá de algún que otro momento en el cual los tipos se meten en ese terreno. Básicamente, “The Last Sunset” es Metal Progresivo oscuro y muy jodido de asimilar de entrada. Eso sí, cuando le agarrás el gusto, se vuelve irresistible. Miren, hoy en día somos muchos los que nos desvivimos en elogios para con Pain Of Salvation; y está bien que así sea pues son una gran banda. Pero escuchando el primer disco de Conception me resulta inevitable pensar que los POS son (o han sido) admiradores de la banda noruega. Resulta muy difícil no pensar en Pain Of Salvation al escuchar a Conception metiendo Blues del más refinado, Jazz, arreglos Clásicos de un nivel superlativo, Flamenco que se inmiscuye dentro de un contexto netamente Heavy (Impureza habrán sido los primeros en mezclar Flamenco con Death Metal, pero no los primeros en mezclarlo con el Metal en sí), toques y ritmos de sabor latino y sutilezas por doquier. La voz de Khan, lejos de lo que tanto detesto en Kamelot, se erige prístina, versátil y sublime, convirtiéndolo en una de las estrellas del disco. Tore Østby en guitarras es la figura indiscutida del disco, transitando con grandeza por cada uno de los estilos antes citados sin hacer agua en ninguno. De hecho, lo considero el principal responsable de tamaña exhibición de categoría. La base conformada por Ingar Amlien (bajo) y Arve Heimdal (batería) es tan excelsa como poderosa. Todo en este disco está hecho para sorprender, para dejar al oyente con la mandíbula por el piso. Claro, lleva su tiempo lograr apreciar cada una de las excéntricas genialidades que fueron incluidas en ésta placa. Pero, como dije antes, una vez que le tomaste el gusto, es muy difícil que dejes de disfrutar de “The Last Sunset”. Al menos eso me pasa a mí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Has escuchado a Angra?

Si no te gustan aunque sea algunas canciones eres un completo imbecil.