Sello: ¿?
País de origen: Rusia
El Folk Metal no es algo que yo escuche habitualmente. De hecho, salvo honrosas excepciones, no escucho Folk Metal. Pero, como dije, hay excepciones, y éstos rusos son una de esas excepciones. Pongamos las cosas de esta manera: este disco exuda vodka, fiesta, garra y buenas ideas. Sin sobrarle nada, sin descollar en ningún aspecto, ni tampoco promover grandes sorpresas, pero acertando constantemente, y provocando, al menos en mi, una sonrisa de oreja a oreja mientras escucho esta segunda placa de los rusos.
A todo esto ¿quien carajo son los Satanakozel? Un combo ruso formado, en sus orígenes, por 2 muchachos con ganas de rendir culto tanto al Metal como a la Música Folk de su tierra; me refiero a Vasiliy Kozlov y Nickolay Kuskov, que son quienes comenzaron con esta banda allá por el 2003. Con el tiempo, el dúo se transformó en una banda integrada por 5 tipos que se las ingenian para componer una música muy festiva, intensa y por sobre todas las cosas, agradable, además de poseer el nivel de pesadez justo para que la propuesta no caiga en el sonido edulcorado de muchas bandas del estilo. No llegan a ser un grupo de Viking pues...son rusos, no vikingos, y las raíces folk están su tierra y no en Noruega, más allá de que hay cosas que suenan muy Viking. Como sea, lo importante es que este segundo trabajo de Satanakozel divierte, y mucho. Y en tiempos tan complicados como estos, bien vale la pena desahogarse con una poco de Metal parrandero, pagano y etílico.
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