Radio Birdman - Radios Appear (overseas version)

Año: 1978

Sello: Trafalgar Records

País de origen: Australia

Australia, en materia de Rock Duro y demás, es un país mucho más importante de lo que muchos creen. La cosa no sólo pasa por AC/DC, pensar eso es un error garrafal que lleva a que se obvien bandas influyentes como pocas. Pongamos un ejemplo claro: The Hellacopters, la exitosa banda sueca que fuera liderada por el ex Entombed Nicke Andersson, la pegó en los 90s haciendo un Rock & Roll sucio, directo y salvaje, que con el paso del tiempo fue acercándose al viejo material de Kiss. Pero al comienzo de la carrera de los suecos, la cosa venía por el lado del Killer Rock o Proto Punk, como gustan en llamar algunos. Bien, esa etapa de los Hellacopters estaba terriblemente influenciada por una gran agrupación australiana llamada Radio Birdman. Sin ir más lejos, la forma de cantar de Nicke le debe prácticamente todo a Rob Younger, el vocalista de los seminales australianos. Y hay más: la música, intensa, brillante y adrenalínica hasta decir basta, está inspirada en la obra de Radio Birdman. Pero sucede que los australianos aparecieron mucho antes que Hellacopters, incluso se anticiparon al advenimiento del Punk, y con eso está todo dicho. Tomando elementos del más aguerrido Rock de Garage, Surf a la Dick Dale, el sonido Killer de The Stooges, MC5 y New Cork Dolls, más la actitud desafiante de The Pirates, los RB dieron forma a un combo tan explosivo como autentico, exultante en energía y de espíritu netamente Punk. Este discazo, grabado originalmente en 1977,  es traído hoy para ustedes en su re-edición del ´78, titulada “Radios Appear – Overseas Versión”, la cual contiene una lista de temas cambiada respecto del original. En la placa encontramos himnos incendiarios como “Do The Pop” (el comienzo de este tema incita a romper todo), “You´re Gonna Miss Me” (una feroz cruza entre Eddie & The Hot Rods y Dr. Feelgood), “Aloha Steve & Danno” con su irresistible gusto Surf, y en especial la hipnótica “Hit The Again”, una canción que provoca desde emoción hasta ganas de saltar y gritar como un poseído, además de poseer uno de los solos de guitarra más salvajes de la historia. Pero no se centren en esos temas solamente, y escuchen todo el disco, pues se trata de una pieza fundamental, un disco que ha trascendido el tiempo gracias a su vibrante descarga de energía, gracias a ese ímpetu irrefrenable que lleva a los australianos a sacudir los cimientos de la cordura, que provoca que te despojes de tus prejuicios y te entregues al descontrol sin miramientos. O sea, te patena el culo y te sacuden el alma, como todo buen disco de Rock & Roll debe hacer y debe ser.