Año: 2001
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: Alemania
De todos los discos que escuché el año pasado, este me resultó uno de los más desconcertantes. A los motivos que me llevaron a experimentar dicho estado los voy a exponer más adelante. Primero debo aclarar algo: no estaba enterado de la existencia de esta banda, ni de nombre siquiera. Fue mi novia quien me apareció con este disco de un día para el otro. Como sabe ella que yo soy un tipo muy afecto a andar escuchando bandas y discos que no conoce nadie, pues se puso a buscarlo, hasta se tomó la molestia de bajarlo. Y yo, como suelo hacer siempre, me puse a escucharlo. Primera oída: no me gustó para nada; de hecho, hasta lo archivé. Segunda oída: tras unos meses decidí escucharlo de nuevo. Me gusta el bajista, pero el sonido sigue pareciéndome demasiado rústico, a pesar de ser una producción independiente, deja muchos baches. Tercera y cuarta oída, una tras otra: el instrumental "The Terminus (Prosectorium)" tiene momentos excelentes, y condensa todo lo mejor de la banda en 7 minutos. Escuchas siguientes y la voz de Robert Graven me gusta cada vez más. Además, como guitarrista tiene algunas buenas ideas, aunque le queda bastante por mejorar. Ya no pienso lo mismo que al principio: "The Reawakening" no está nada mal, y es más, tiene muy buenos momentos. Cuando se ponen a transitar la senda del típico Death alemán (rudo, gutural, denso y oscuro) pelan ideas interesantes. Por otros instantes, parecieran querer ir más lejos de lo que sus limitaciones les permiten, y la cagan. Pero si hacemos un balance general, Dormant Misery tenían pasta como para convertirse en una buena banda. Eso ya no va a pasar, pues su líder, Robert Graven, se mató en el 2009. Por lo tanto, es muy complicado que los alemanes éstos lleguen a hacer realidad todo lo que insinúan en su único disco. ¿Conclusión final? Escuchen esta placa, tiene lo suyo.
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