domingo, 1 de enero de 2012

The Austrasian Goat - Idem

Año: 2007
Sello: 213
País de origen: Francia


Black as the cell of this confinement
Black as our brandished lags
Black as these muddy waters
Black as my nights of torment
Black as the depth of my soul
Black as the dregs of my thoughts
Eso canta The Goat en el mejor tema del disco: "Black Is Not a Colour". Una sombría oda al negro, pero a lo negro que cierne el alma, que ennegrece el corazón, que inunda de tinieblas la mente, que sumerge una vida en el abismo. Y es, a su vez, un resumen de lo que es el debut discográfico de este estupendo y mortuorio proyecto de The Goat, quien al mejor estilo Burzum, se encarga de tocar absolutamente todos los instrumentos. Y creo que es un acierto hacer todo de manera tan individualista, pues es así como logra que ese clima de misantropía infinita alcance su climax, inseminando el odio dentro del oyente, ese deseo de ir lejos de todo y de todos, una muerte social, más no individual.
Funeral Doom y misantropía blacker, ritmos sumamente lentos, melodías que hacen que el espíritu se doblegue, líricas negativas y sinceras, odio, pesadez, lúgubre hasta hacerse imperceptible la luz, si es que la hay. The Austrasian Goat no pretende ser un entretenimiento musical, su fin no es que disfrutes de su música: su fin es afectarte y someterte a sus designios trágicos y malvados. Hundirte en el frío pantano de la decadencia humana, llena de mitos pavorosos y una naturaleza humana que no da pie a confusiones: somos la perdición. Estamos condenados, y Julien Louvet (The Goat) nos musicaliza nuestra miseria.

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