jueves, 24 de noviembre de 2011

Bong - Beyond Ancient Space


Año: 2011
Sello: Ritual
País de origen: Inglaterra

Hace ya unas décadas atrás, un respetado profesor de composición musical de una “prestigiosa” escuela de música de mi ciudad (Córdoba, Argentina), intentó –en vano- “iluminarme con sus conocimientos”, diciendo una idiotez que era algo por el estilo: el Metal y el Punk, y el Rock en general, para que suenen bien, deben asentar sus composiciones en parámetros clásicos, tradicionales, y dejarse de joder con la mentira de la innovación, o esa farsa de transgredir las normas. La Música, para que sea buena, no debe salirse de los moldes preestablecidos. Inmediatamente, al pedirle yo ejemplos de bandas y canciones que pudieran servirme como ejemplo de lo que él decía, me nombró temas como “Smoke On The Water”, “Paranoid”, “Rock & Roll” de Zeppelin, y algunos clásicos más. O sea que todo lo que no encajara dentro de esos moldes, no era música. Me gustaría saber que diría el imbécil ese si llegase a escuchar este delirio anticonvencional creado por los muchachos de Bong, un grupo de Doom psicodélico al cual le chupan no uno, sino los 2 huevos las estructuras tradicionales, las composiciones y sonidos utilizados hasta el hartazgo y aceptados por las masas (y los medios y la industria, claro). Pues de seguro pondría el grito en el cielo al escuchar como los Bong hacen ese Doom que está ahí del Drone, que es más psicodélico que otra cosa, y que es más pesado que un elefante. Y que de convencional tiene tanto como yo de tailandés. Me gustaría saber que opinión tendría ese cabeza cerrada de esta obra, sobre todo saber que opina de la utilización de sítaras, shahi baaja, efectos analógicos de todo tipo, y sobre todo, creaciones que son improvisaciones en estado casi puro (algo de ensayo previo debe haber, pues suenan demasiado ajustados como para que la cosa sea solamente improvisar y listo). En pocas palabras: me gustaría encontrarlo al idiota ese para hacerle escuchar esta locura de 3 temas casi interminables, y ver como su rostro se distorsiona, dibujando muecas de desagrado. Mientras yo, cínico como soy, disfruto a rabiar de un disco que me hace poner en trance. Fin

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