viernes, 2 de septiembre de 2011

In Solitude - The World, The Flesh, The Devil

Año: 2011
Sello: Metal Blade Records
País de origen: Suecia

Me dijeron "Manel, escuchá ésto, a vos que te enloquece Mercyful Fate, y ya que andás rompiendo las bolas con Ghost". Así que empecé a buscar material de los suecos, escuchando en primer lugar el primer disco de In Solitude: el autotitulado debut del 2008. Pero de manera inmediata me llega otro mensaje: "escuchá el disco de éste año, es fabuloso". Y tras escucharlo varias veces, debo admitir que mi amigo no se equivocó: el segundo disco de In Solitude me parte la cabeza. Seguro que suenan muy similares a Mercyful Fate. Seguro que las comparaciones con Ghost van a estar a la orden del día. Pero la calidad de los tipos es inocultable, y eso provoca que la música se posicione por sobre todas las comparaciones y críticas que se les puedan hacer. Creo que Metal Blade clavó un golazo al contratarlos. Un golazo que hacía años no clavaban los de Metal Blade. Pero ¿que tal si hablamos de música? En definitiva, si hay algo que acá sobra, es música. Y la música que domina todo en el mundo de In Solitude es el Heavy Metal. Como dije, la principal influencia es Mercyful Fate, pero glorias como Iron Maiden y Judas Priest, y por qué no, Angelwitch, asoman sus cabezas entre la maraña de riffs, armonías, melodías inolvidables, bases sólidas como una roca y un vocalista que recuerda al gran Rey Diamante, aunque sin usar los estremecedores falsetes de King Diamond. Para colmo el sonido es claro, ajustado, certero y poderoso. Las guitarras son las estrellas indiscutidas dentro de un panorama en el cual no se encuentran puntos flojos. El bajo es una muralla, y la batería sostiene todo con una firmeza aplastante. Las letras, centradas en el ocultismo y la magia en general, no hacen más que reforzar el parecido con la inmesa banda danesa. Pero ¿saben qué? Lo que en otros sería una burda copia, en In Solitude encaja a la perfección. Es que los tipos, sin lugar a dudas, nacieron para hacer éste tipo de Metal. Lo viven, lo respiran, lo exudan. Es por eso que el resultado global es un disco que nos transporta a otro tiempo, a otro lugar, y que a su vez, suena asquerosamente fresco, vigente, puro y auténtico.
En resumen, "The World, The Flesh, The Devil" pinta para ser el mejor disco de Heavy Metal del año. Y si no me creen, escuchen el épico "On Burning Paths" y luego hablamos. 

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