Dejemos de lado, al menos por un rato, la música dura. Nos relajemos y disfutemos de una buena obra de Música Clásica. Por cierto, este no será el primer posteo de Música Clásica. Mientras otros prefieren postear bandas y discos de grupos de Metal con pretensiones clásicas (algunos geniales; otros son una mierda), en Puro Ruido vamos al grano y posteamos compositores clásicos.
El primer compositor de este tipo será el señor Maurice Ravel. Y si es Ravel, entonces que mejor manera de empezar que presentar el "Bolero", más conocido como "Bolero de Ravel".
Vinculado frecuentemente con el Impresionismo, Ravel también se relaciona, en menor grado, con el Expresionismo. En otra ocasión habrá más información sobre estos movimientos Clásicos.
"Bolero" tiene una historia particular, como casi todas las grandes piezas clásicas:
En 1928, Ida Rubinstein pidió a Ravel que escribiera un Ballet para ella. Idas y vueltas, desencuentros y demás, Ravel tuvo que abandonar su plan previo: orquestar una piezas de Albéniz, pues a los derechos los poseía Fernández Arbós. Este último quiso cederle a Ravel el privilegio, pero Ravel prefirió dar vida a una obra propia y dejar de perder el tiempo. Así nació "Bolero", una hermosa creación que consta de un único movimiento que se repite 16 veces. ¿Monótono? Para nada amigos. La orquestación es tan precisa, tan bien elegido el momento para la entrada de cada instrumento, que resulta imposible aburrirse. El crescendo que se genera con la inclusión de distintos instrumentos, a medida que avanza la pieza, es lisa y llanamente, perfecto.
Por último, un poco de biografía: francés, nació en Labort el 7 de marzo de 1875 y murió en Paris el 28 de diceimbre de 1937.
Esta versión fue dirigida por Claudio Abbado, interpretada por la Sinfónica de Londres. Como yapa, se incluyen "Rapsodia Española" y otras dos bellas obras de Ravel.
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