Año: 1975
Una reliquia para compartir. Un Bluesman añorable, poseedor de un estilo único, una manera inimitable de entender y sentir el Blues. John Lee Hooker era un minimalista por naturaleza, una especie de antecesor Bluesy de The Ramones. Nunca hizo uso, ni mucho menos abuso, de su innegable inventiva a la hora de hacer música. Jamás le interesó componer temas convencionales, ya saben: intro-estrofa-estribillo, etc. Si bien es cierto lo hizo, lo suyo siempre fue más bien la zapada hipnótica. Canciones de Blues guarro y lisérgico, sostenidas por una nota sobre la cual él y su compañeros de banda viajaban hasta que llegaban al climax. Y sobre esas zapadas de las cuales nacían sus temas, aparece su voz. grave, profunda y sencilla, pero espectacularmente emocionante. Sello distintivo de Hooker durante más de 50 años de carrera: su voz y el sonido de su guitarra. Una carrera llena de sinsabores, reconocimiento tardío y homenajes que servían para ocultar lo injusta que fue la industria con John Lee.
Por suerte, estos oscuros personajes acostumbran a mantenerse al margen del circo mediático, prefiriendo ser fieles a su arte. John Lee Hooker está dentro de los que eligió morir con la suya. Murió en Junio del 2001, un 21 de Junio. Y murió en la suya. Gracias Maestro.
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