Año: 2014
Sello: Twin Town Tyrant Records
País de origen: USA
Al ver la portada, y sin haber escuchado ni una sola canción, lo primero que pensé fue "Brutal Death Metal en la línea de las bandas de Sevared Records". La insana y bestial orgía escenificada en la portada remite a grupos como Putrid Pile y ese tipo de aberraciones sonoras que tanto me gustan, y que suelen ser parte del sello antes mencionado. Pero todo cambia cuando empieza a sonar el disco. Esto es Death Metal norteamericano hasta la médula, combinando la brutalidad del NYBDM con la oscuridad del Death Metal de Tampa. Un sonido gigantesco, aplastante, con guitarras gordas y una base arrolladora, además de la voz gutural escupiendo bilis a diestra y siniestra. Pasan de ritmos marchosos y riffs majestuosos, a ataques incendiarios de Death Metal directo y sanguinario en la vena de New York. Pueden sonar diabólicos (en esta faceta se parecen a Morbid Angel) o pueden sonar como una horda de locos criminales (acá emerge el costado más emparentado con el Brutal Death). No importa qué rumbo tomen, siempre es el rumbo correcto. Claro, estamos hablando de una banda integrada por músicos que la tienen realmente clara. Veamos, pues acá hay músicos muy competentes. Rob Carlson (quien acá se ocupa de la guitarra, el bajo y algunas voces) también toca en Habitual Defilement, y en Tempestuous. Tony Garfield (batería) tocó en Anal Blast, Incinerate y en las bandas antes mencionada en el currículum de Carlson. Craig Patnode (guitarra, ya no es parte del grupo. En su lugar ahora está Aaron Whitesides, otro ex Anal Blast), Dan Schreider (voz) y Wes Nelson (bajo, y tampoco está con la banda en la actualidad. En su lugar está el ex Asphyxia Gil Wick) tienen menos trayectoria que los otros miembros, o al menos hay poca información al respecto; pero cumplen con sus labores con fiereza, calidad y precisión encomiables. De hecho, esas 3 cualidades son aplicables a la banda entera, pues entre los 5 conforman un bloque demoledor en el que cada parte funciona en conjunto con las otras.
Destaco canciones como "Unheard Screams", "Choke on Lies" y "Systematic Eradication" por sobre el resto, pero lo hago porque en este preciso instante estoy escuchando el disco, y esas son las composiciones que más me mueven ahora, ya. Seguramente, si lo escucho mañana, mis tracks favoritos serán otros. Y esa es una virtud que tiene este álbum: todos los tracks son buenos, no hay baches, no hay puntos flojos. "Lying in Torment" puede no ser un disco alucinante, pero es compacto, brutal y terriblemente contundente. Y con eso te convencen...y te aniquilan. Pero ¿debería sorprendernos esto, cuando los implicados en el asunto son todos asesinos profesionales, dedicados a tocar Death Metal hasta morir? En fin, amantes del Death Metal, no lo dejen pasar.
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