sábado, 4 de abril de 2015

Abstracter - Wound Empire



Año: 2015
Sello: Sentient Ruin Laboratories/7 Degress Records
País de origen: USA


Escuchar este disco e imaginar heridas abiertas, son una sola cosa. El nombre de la placa, haciendo alusión a una herida, la palabra “Venas” en una de las canciones…”Wound Empire” es un disco doloroso, lleno de agonía y sangre emanando de las heridas. Es un disco pesado pero que sofoca al oyente sin caer una y otra vez en el recurso de la pesadez a cualquier precio. En todo caso, se vale de las atmósferas opresivas para ahogar al oyente, sumergiéndolo en una pesadilla de contornos difusos. El Post Metal es un estilo idóneo para expresar sentimientos y emociones ligadas al nihilismo, visiones apocalípticas, la oscuridad, la jodida naturaleza humana y pensamientos metafísicos. Pues bien, Abstracter, quienes en su forma de componer y recrear esas composiciones hacen honor a su nombre, van por la senda del Post Metal, con claras influencias de Neurosis y Cult of Luna, por dar 2 ejemplos conocidos por todos. Pero no se aferran férreamente a ese estilo, y navegan por otros ríos, igual de poderosos y caóticos, pero claramente compatibles con el Post Metal. Tienen cosas del Crust denso y profundo de Counterblast, por ejemplo, y hay arrebatos de agónico Sludge a la Crowbar, entrelazando los estilos de manera inteligente y creando una amalgama sonora que no hace agua en ningún momento. Por ahí se les puede objetar que predominan las atmósferas muy bien logradas, pero que en su afán por crear atmósferas que ayude a provocar en el oyente la sensación deseada, descuidan un poco la faz compositiva. Es decir, salvo “Glowing Wounds”, no hay grandes canciones. Sí hay buenas canciones, extensas y portentosas, que no llegan a explotar porque carecen de la magia que sí posee la anteriormente citada canción. Y es justamente “Glowing Wounds” lo mejor del disco porque en ella la banda explora y explota lo mejor de sí mismos. Una tensa calma sostenida por una bella melodía, melancolía a flor de piel y un ritmo cansino pero flotante que cautiva. Poco a poco, la intensidad va in crescendo, y con ello, la emotividad alcanza su pico máximo. Excelente canción para cerrar el disco. Un disco homogéneo, que sacude y moviliza al oyente, aun en los momentos en los que parecen repetirse sin necesidad alguna. Pero los de Oakland dejan la piel en cada canción, y con eso les alcanza para redondear un disco que merece ser escuchado con mucha atención.   

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