Año: 2015
Sello:
Sentient Ruin Laboratories/7 Degress Records
País de
origen: USA
Escuchar este disco e imaginar heridas abiertas, son una
sola cosa. El nombre de la placa, haciendo alusión a una herida, la palabra
“Venas” en una de las canciones…”Wound Empire” es un disco doloroso, lleno de
agonía y sangre emanando de las heridas. Es un disco pesado pero que sofoca al
oyente sin caer una y otra vez en el recurso de la pesadez a cualquier precio.
En todo caso, se vale de las atmósferas opresivas para ahogar al oyente,
sumergiéndolo en una pesadilla de contornos difusos. El Post Metal es un estilo
idóneo para expresar sentimientos y emociones ligadas al nihilismo, visiones
apocalípticas, la oscuridad, la jodida naturaleza humana y pensamientos
metafísicos. Pues bien, Abstracter, quienes en su forma de componer y recrear
esas composiciones hacen honor a su nombre, van por la senda del Post Metal,
con claras influencias de Neurosis y Cult of Luna, por dar 2 ejemplos
conocidos por todos. Pero no se aferran férreamente a ese estilo, y navegan por
otros ríos, igual de poderosos y caóticos, pero claramente compatibles con el
Post Metal. Tienen cosas del Crust denso y profundo de Counterblast, por
ejemplo, y hay arrebatos de agónico Sludge a la Crowbar , entrelazando los
estilos de manera inteligente y creando una amalgama sonora que no hace agua en
ningún momento. Por ahí se les puede objetar que predominan las atmósferas muy
bien logradas, pero que en su afán por crear atmósferas que ayude a provocar en
el oyente la sensación deseada, descuidan un poco la faz compositiva. Es decir,
salvo “Glowing Wounds”, no hay grandes canciones. Sí hay buenas canciones,
extensas y portentosas, que no llegan a explotar porque carecen de la magia que
sí posee la anteriormente citada canción. Y es justamente “Glowing Wounds” lo
mejor del disco porque en ella la banda explora y explota lo mejor de sí
mismos. Una tensa calma sostenida por una bella melodía, melancolía a flor de
piel y un ritmo cansino pero flotante que cautiva. Poco a poco, la intensidad
va in crescendo, y con ello, la emotividad alcanza su pico máximo. Excelente
canción para cerrar el disco. Un disco homogéneo, que sacude y moviliza al
oyente, aun en los momentos en los que parecen repetirse sin necesidad alguna.
Pero los de Oakland dejan la piel en cada canción, y con eso les alcanza para
redondear un disco que merece ser escuchado con mucha atención.
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