Año: 2014
Sello: Witching Hour Productions
País de origen: Polonia
Hay una nueva ola de bandas blackers polacas que, lisa y
llanamente, son geniales. Bandas como Mgla (los mejores y más avezados de dicha
movida), Odraza, Wedrujacy Wiatr, Eerie, Kriegsmaschine, entre otros, Furia, sacan una luz de
ventaja con respecto a las bandas de las escenas Black metaleras de otros
países. Una de las bandas que hace que yo me sienta fascinado por dicha movida,
es Thaw, una de las mejores bandas polacas de Black Metal que he escuchado en
estos últimos 5 años, y una de las más creativas y cautivantes bandas del
estilo a nivel mundial hoy. Ya supe escribir algo acerca de ellos, más
precisamente, sobre su disco autotitulado, una muy buena obra en la que los
polacos dejaron en claro que lo de ellos va muy en serio. Pues bien, ahora me
toca escribir acerca de “Earth Ground”, segundo full lenght de Thaw, el cual,
antes de escucharlo, me generaba preguntas. Se habrán superado? Habrán sido
capaces, al menos, de igualar lo hecho en su primer disco? Se habrá estancado,
o seguirán evolucionando? Todas esas respuestas empezaron a ser respondidas a
medida que el disco iba avanzando. Estancarse? Nunca, mis amigos, nunca. Estos
tipos no saben lo que es aferrarse a una idea y morir con ella; todo lo opuesto,
siempre buscan incorporar elementos de diferentes estilos, amalgamándolos con
lo que ellos ya son, con lo que hacen de por sí, y de esa manera empujar los
límites siempre un poco más allá. Superarse? Sí, aunque aun no sé si “Earth
Ground” es superior al debut; pero lo iguala en todo aspecto, y eso implica la
cuestión más importante para una banda tan talentosa como esta: la calidad en
las composiciones e interpretaciones. Impecables en todo aspecto, los polacos
oriundos de Sosnowiec dan cátedra de cómo evolucionar sin perder de vista la
esencia del grupo, pero sin apoltronarse en el sitio de privilegio al cual han
llegado gracias a su innegable capacidad.
“Earth Ground” es un disco amplio, profundo, que necesita de
toda la atención del oyente para no perderse los detalles que son insertados
cuidadosamente en todas y cada una de las canciones que integran este muy buen
álbum. Algunos de esos detalles, como por ejemplo, las atmósferas, los
exquisitos instantes en donde reina una tensa calma, los momentos más furiosos,
o el manejo de las texturas y timbres sonoros, según lo requiera la ocasión,
ponen al oyente en vilo, cautivado y extasiado, pero pendiente de lo que
vendrá. Así es hasta el final del disco, de principio a fin. Y esos detalles
terminan convirtiendo a obras maestras como “Sun”, “No Light” y “Winter´s
Bone”, en piezas fundamentales de un disco que no tiene ni un solo altibajo, ni
fisuras ni nada. Otra vez, Thaw se han dado el lujo de entregarnos un álbum que
ronda la perfección. Aun no han hecho el disco perfecto, pero tengo la
sensación de que van en camino a lograrlo.
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