viernes, 30 de enero de 2015

Cvinger - The Enthronement of Diabolical Souls


Año: 2014
Sello: Autoproducido/Independiente
País de origen: Eslovenia

Ortodoxia blacker hasta los huesos. Con ver la portada y la imagen del grupo alcanza para darse cuenta de que estos eslovenios no están interesados en hacer fusiones con otros estilos, ni les interesa embarcarse en las nuevas (y no tan nuevas) tendencias dentro del género al cual pertenecen. Lo de ellos es simple: Black Metal directo, furioso y satánico a más no poder. Ni retoques que le brinden cierto grado de sofisticación a la música, ni variedad, ni melodía ni nada: sólo Black Metal lleno de odio. En su más pura esencia, el Black Metal de estos eslovenos irradia justamente eso: odio, frío y misántropo odio, emanando desde las profundidades del infierno, adorando al Maligno, blasfemando contra todo lo que es puro y sano. Lo hacen a través de 11 tracks (entre los cuales hay 3 instrumentales) que suenan como explosiones en el cielo, con la voz de trueno de Lucerus retumbando en nuestros oídos, mientras las guitarras de escupen fuego y la batería, incansable, soporta todo el peso sobre sí misma. Si buscabas Black Metal claramente influenciado por lo más crudo y minimalista de los 90s, acá tenés un disco con esas características, un disco en el cual no hay concesiones de ninguna índole. Ahora bien, si buscas Post Black, Avantgarde Black Metal, Shoegaze Black Metal, o cualquiera de esas variantes menos tradicionalistas y más modernas y arriesgadas, pues yo te aconsejaría que pases de largo. Cvinger juegan a lastimar los oídos del oyente, a lacerar tu cuerpo como si las canciones fuesen látigos. Cvinger te transmiten solamente su odio, que no es poco, y buscan arrastrarte hacia el infierno donde ellos moran. Si te gusta el juego, te va a gustar Cvinger. Si no te gustan este tipo de desafíos, entonces te recomiendo seguir buscando por otro lado, pues a estos eslovenos no les vas a encontrar nada que te guste. Yo? A mi me gusta lo que hacen, y por momentos, me encanta. No todo el disco es genial, ni mucho menos. Es un álbum parejo, homogéneo y brutal, muy brutal. Se me hace corto inclusive, aunque, sí, un poco más de variedad les caería como anillo al dedo. Pero es un buen disco, un buen disco de Black Metal en su estado más bestial y puro.

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