Año: 2014
Sello: Iron Bonehead Productions (vinilo)/Archaic Sound (Cd)
País de origen: Alemania
Señoras y señores, pónganse de pie para recibir a una de las obras maestras del 2014. Lisa y llanamente, qué discazo han hecho estos tipos. El Doom Metal es un estilo que siempre ha permitido a sus cultores ahondar en las más profundas y oscuras emociones, en los pensamientos y sentimientos más dolorosos, en los aspectos más duros y agobiantes de la existencia. Pero también es un género que da lugar para otros aspectos de la existencia, otros intereses del humano. Ese interés que algunos tienen por lo Oculto, el Más Allá, lo intangible. Bien, Albez Duz logran aunar todo lo antes nombrado, todas esas emociones, sentimientos, pensamientos, intereses, búsquedas, etc. Pero no sólo eso es Albez Duz: la música habla, la música dice cosas, y las cosas que dicen a través de las melodías, de las canciones, son cosas que conmueven, que sacuden, que movilizan. No es fácil hacerlo, no es tarea sencilla entender y saber cómo transmitir cosas a través de la música. Muchos sólo se dedican a hacer canciones basados en cánones prefijados, siguiendo parámetros ajenos y punto, sólo eso. No mucho usan la música como lenguaje, y esos son los que sobresalen. Albez Duz usan la música como un lenguaje rico y profundo que conmueve, que toca en la fibra sensible del oyente utilizando melodías preciosas que jamás conspiran contra la pesadez del estilo. Emocionan con pasajes de honda sensibilidad, conjugando arreglos exquisitos que te hacen pensar que la oscuridad imperante es un lugar hermoso donde estar. Te hacen pensar, te ponen la piel de gallina, te inflaman el corazón con composiciones monumentales, que se amparan en acordes sencillos, puestos en el lugar y momento exacto, pero que al combinarse con los arreglos que adornan la canción, se agigantan y te hacen pensar que estás ante una composición compleja, cuando al desnudarla te das cuenta de que no es así.
Si necesitan una guía para saber qué clase de Doom Metal hacen, pues puedo nombrar a grupos como Tiamat, Type O Negative, el viejo Paradise Lost, Pink Floyd y Empyrium, pero sólo como referencias que pueden servirte para orientarte, y nada más. Lo mejor que puedes hacer es escuchar este disco a solas, sin interrupciones, y dejarte llevar por todo el álbum desde el principio del mismo. Puedo recomendarte canciones como "Mictlan", "Servants of Light" o el majestuoso cover de Tanita Tikaram "Twist In My Sobriety"; pero si me haces caso y te centras en esas solas canciones, estarías cometiendo un error, porque "The Coming of Mictlan" es una genialidad que se aprecia como un todo, dejándose atrapar por cada una de las partes que lo integran, pero entendiendo que esas partes funcionan en conjunto, y que es ese conjunto lo que termina convirtiendo a este, el segundo disco del dúo, en una obra maestra del Doom Metal. O del Occult Doom Rock, como les gusta a ellos. Cómo sea, etiquetas al margen, discos como éste no se encuentran todos los días. Por ende, desperdiciar la oportunidad de disfrutarlo sería un error imperdonable.
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