Año: 2014
Sello: Memento Mori
País de origen: USA
La primera vez que tuve contacto con la música
de esta banda, fue gracias a un conocido que me dijo “a vos te gusta
Anhedonist, cierto? Deberías escuchar a Shadow Of The Torturer; ahí está
tocando actualmente un ex Anhedonist”. Averigüé, y me di con que en SOTT toca
V.B, ex miembro de Anhedonist (no toca en este disco, cabe aclararlo), y pero también está Mikey Brown, ex miembro de
Aldebaran (quien completa la banda es el bajista B-Bench, además de Tim Call, quien tocó la batería en este disco). Con los antecedentes
musicales de estos muchachos, la idea de encontrarme ante una banda sórdida,
jodida y arrastrada se apoderó de mí. Oh fortuna la mía, tiempo después me
escribe Kunal (de Trascending Obscurity), encomendándome hacer la review de
“Dronestown”, segundo full lenght del grupo (tercero si tenemos en cuenta la
regrabación del primer disco), el cual sería lanzado por Raúl de Memento Mori.
Primera impresión: no me equivoqué, la música del grupo es realmente sórdida y
jodida hasta decir basta. Segunda impresión: en Metal-Archives describen al
grupo como a una “banda de Doom Metal con influencias Drone/Death/Sludge”. Mi
opinión es que no sé si es así la cosa. Si me guío por los 2 tracks que
conforman la edición original del disco, me inclino entonces a decir que esto
es Drone a la Khanate ,
con influencias de Doom Death, Sludge y Doom Metal. En cambio, el bonus track
que trae ésta edición, la de Memento Mori (extraído del splits que la banda
lanzó junto con Ghost of Wem), suena más al Doom Death más escabroso y viscoso,
con mucho de Doom Metal en las guitarras, y la mugre propia del Sludge
ensuciándolo todo. Ahora bien, más allá de los estilos y etiquetas, y más allá
de las primeras o segundas impresiones, “Dronestown” es un disco tortuoso, una
verdadera y mórbida tortura sonora a paso lento; tan lento, que por momentos se
funde y confunde con los ritmos de ultratumba propios de Funeral Doom, aunque
SOTT no lleguen a ser parte de esa categoría. Pero así de denso y perturbador
es éste disco. Así de asfixiante y aplastante es lo que hace este trío de oscuros
hombres dando rienda suelta las ideas más infernales de sus negras mentes.
Canciones extensas que agigantan la sensación
de agobio en el oyente. Sonidos negros y sádicos que laceran los sentidos y el
cuerpo. Atmósferas inquietantes, y alguna que otra estructura asimétrica para
acrecentar la idea de estar ante un desequilibrio realmente peligroso. En otras
palabras, y para hacerla más sencilla a la review, “Dronestown” es un muy buen
disco. Muy bueno de verdad. Eso sí, no es para todo el mundo, ok?
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