Año: 2014
Sello: Chaos Records
País de origen: Rusia
Señoras y señores, así se toca Death Metal. Puede haber miles de vertientes dentro del género. Se puede evolucionar en una dirección u otra. Se puede recurrir a X o Y recursos sonoros y compositivos. Se pueden hacer tantas formas de Death Metal como sean posibles. Pero cuando hay que volver a las raíces, hay que saber cómo hacerlo. Hay que elegir cada una de las partes del todo con mucho, pero mucho cuidado, pues hacer algo que está fuera de tu tiempo, es altamente arriesgado. Careces de algo esencial, que es el no haber vivido la esencia que caracterizó a dicha movida en ese momento puntual de la historia. Bien, parece que estos jóvenes rusos han conseguido la máquina del tiempo, pues tocan Death Metal como si hubiesen comenzado en 1989, a la par de Entombed, Obituary y Morgoth. Habíamos tenido la oportunidad de escuchar su primer Ep, y el split que hicieron junto a Entrapment, pero este, su primer full lenght, supera ampliamente todo lo hecho hasta la fecha. Y lo supera en todos los aspectos: compositivo, sonoro, las atmósferas creadas, la actitud de la banda (muy afianzados), todo, absolutamente todo. Y, he aquí lo mejor, los tipos capturan la esencia del género con una naturalidad asombrosa, y la plasman con esa misma naturalidad. Por eso el resultado obtenido es lisa y llanamente demoledor, de principio a final, y conteniendo todos los ingredientes que, sí o sí, deben estar presentes en un disco de puro y jodido Death Metal. Pues, al fin y al cabo, esto es eso: Death Fucking Metal. Pruebas contundentes, y que me eximen de seguir usando la etiqueta Death Metal en esta review, son canciones enormes como "Merciless Disease", "Possessed" y "We Came To Spill Thy Blood", 3 trallazos criminales que resumen lo que es la placa en sí: un imparable máquina de destrozar cuerpos a diestra y siniestra, con furia, con huevos y con espíritu de guerrero. O sea, canciones que resumen lo que es "Human Hecatomb", pero que incitan a escuchar el disco entero, de principio a final, sin interrupciones. Porque, al fin y al cabo, esto es el viejo e inmortal Death Metal que todos amamos, más allá de si uno prefiere tal ramificación u otra. Este tipo de Death Metal, hecho así, con tanta pasión y conocimiento de causa, no admite críticas negativas, no tolera comentarios timoratos, ni acepta medias tintas: te gusta o no. Yo soy un eterno enamorado del género, y por eso estoy alucinado con el primer full lenght de esta tremenda banda rusa. Nada más que decir.
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