Año: 2014
Sello: Rotten Cemetery Records
País de origen: Chile
El Melodic Death y el Death Metal norteamericano pueden convivir perfectamente. Este nuevo trabajo de nuestros amigos chilenos de Soulburner es una clara prueba de ello, y con sólo escuchar las dos primeras canciones del disco uno ya puede tener una idea más que clara de ello. "A Game With My Mind", canción que abre el disco, suena a At The Gates, pero con esa impronta tan caliente y tan propia del Metal Extremo sudamericano. Mientras que la segunda, "The Fear Illussion" suena al Cannibal Corpse más veloz, pero con las mismas cualidades distintivas y antes citadas. En ambos casos, la banda oriunda de Concepción, Chile, da en el clavo. Eso quiere decir que ambos caminos son transitados con absoluta naturalidad, que hacer tanto Melodeath como Death Metal es algo inherente a la banda, que no hay nada forzado ni actuado. Los tipos pueden combinar estilos dentro de un mismo género, sin prejuicios ni nada similar, y lo pueden hacer sin errar, sin caer presos de actitudes pretenciosas o arribistas. Hoy en día, en un momento en el que subir una foto a instagram u obtener la mayor cantidad de likes posibles ante una publicación resulta ser la posta, la meta definitiva para muchos, toparse con una banda que se anime a no estancarse, pero que a su vez haga Death Metal (aunque usando distintos formatos), y que lo haga con tanta frescura y sinceridad, es como mínimo refrescante. Claro, refrescante es la actitud del grupo, pues la música en sí es un infierno. Un infierno que va desde Gothemburg hasta USA, en términos de influencias, aclaro, y que envuelve al oyente con sus lenguas de fuego devenidas en canciones. Mucho Groove en medio de la velocidad, contrastes vocales que otorgan variedad, y un trabajo rítmico encomiable. Las guitarras juegan a aniquilar con machaques, pero también se permiten combinar melodías épicas que abren el abanico, algo que permite confirmar todo lo dicho anteriormente acerca de la riqueza musical de este grupo.
Los 2 temas que abren el disco, sumados a la canción que da nombre al disco y "Draconspiracy", se erigen como lo más logrado en un panorama homogéneo y altamente positivo para el grupo. Y si quieren pueden agregarle el exquisito instrumental (acústico) llamado "432", un momento de paz y belleza entre tanto ataque furioso. El sonido es el idóneo para que ambas facetas del grupo puedan apreciarse, amén de convivir en armonía. Y lo mejor es que, de a ratos, los estilos practicados por el grupo confluyen en una misma composición, sin superponerse, sin transformar a la canción en sí en un híbrido sin forma, y sin perder de vista un detalle que no debe ser dejado de lado jamás, y que Soulburner lo tienen muy en claro: la cohesión entre las partes, algo que, en definitiva, les permite sonar tan contundentes.
Todo lo dicho anteriormente no es una novedad, en absoluto. En su disco anterior, ya reseñado por nosotros, todas estas virtudes salieron a la luz. Hoy las confirman y las potencian en este nuevo álbum. Bien por ellos, realmente muy bien.
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