Año: 2014
Sello: Independiente/Autoproducido
País de origen: Grecia
De todos los discos que recibí este año para
reseñar, este ha sido uno de los que más complicaciones me puso a la hora de
ponerme a escribir. Sinceramente, no sabía qué escribir, no encontraba las
palabras, y la música no me entraba, no me inspiraba nada. Abandoné la idea de
hacer la reseña –por un pequeño lapso de tiempo- y me olvidé de escuchar el
álbum también. Me tomé mi tiempo, y aproveché la distancia y la perspectiva que
brinda el paso del tiempo para volver a escucharlo desde oro ángulo. Y ahora sí
he podido entender mejor lo que hacen estos griegos. O al menos creo
entenderlos. Eso no significa que Diablery hayan pasado de ser una banda que no
me decía nada, a ser un grupo que me gusta mucho; lejos de la realidad está
esto que acabo de decir, así que vamos a clarificar el panorama.
Diablery hacen Symphonic Black Metal,
vertiente perteneciente al mundo del Black Metal con la que jamás me he sentido
muy identificado. Me resulta demasiado pomposo y, habitualmente, el sonido de
este tipo de bandas es demasiado limpio, algo que, según mi manera de ver las
cosas, poco y nada tiene que ver con el Black Metal que yo prefiero. Bien,
Diablery son un grupo que gustan de sobrecargar las composiciones co
grandilocuentes arreglos orquestales, estructuras complejas (para ser una banda
de Black Metal), un sonido claro y refinado, aunque mantiene la intensidad, y
una atmósfera fría, tan glaciar como el paisaje que se ve de fondo en la foto
promocional que el grupo adjunta a la edición digital que me enviaron. Por
supuesto, los tipos son buenos instrumentistas, condición esencial para que una
banda del estilo suene creíble y alcance el grado de excelencia indispensable.
Y no componen nada mal, aun cuando esta clase de música, luego de unos minutos
me resulta cansadora. Lo mejor de la banda, ya sea como compositores, ya sea
como instrumentistas, se encuentra en “Architect of Manifestations”, la primera
canción del álbum (precedida por una intro), canción en la que lo pomposo logra
encontrar un equilibrio inteligente con la energía y la creatividad. El resto
del disco no está nada mal, pero llegado cierto momento (digamos que a partir
del track número 7) el disco se me hace largo y me cuesta llegar hasta el
final. Nada nuevo en mí, jamás fui seguidor de bandas como Diablery,
cómodamente afincados en el submundo del Symphonic Black Metal. De cualquier
manera, “Architect” es un álbum correcto, y los fans del estilo pueden
escucharlo sin temor a salir defraudados.
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