Año: 2010
Sello: Doom Cult Records (re-edición 2014)/Maddie (edición
original del 2010)
País de origen: Italia
Disfruté bastante del cd debut de estos doomsters italianos.
“In Onirica” es un disco pesado, oscuro, sensual y endemoniado, puro Doom
Metal, influenciado por el Sabbath de los 70s, Pentagram, Reverend Bizarre y
ese tipo de maravillosas bandas. Tras escucharlo, me puse en la búsqueda del
primer MCD, pues deseaba conocer lo hecho por el grupo antes de su debut. No lo
encontré en ninguna parte, lamentablemente. Por suerte, Doom Cult Records
reimprimió dicho MCD, y los miembros de Bretus me lo hicieron llegar en su
formato digital. Tras escucharlo, todas mis sospechas se confirmaron. El Ep en
cuestión es la versión más cruda y depravada de “In Onirica”, con ese gustito a
homenaje a films de la Hammer
que tan bien queda en este tipo de bandas, con un sonido más sucio y con una
banda que, en líneas generales, suena más agresiva y enojada, aunque menos
pulida y contundente que en “In Onirica”.
Esto es, básicamente, un preámbulo de lo que sería el disco
debut de Bretus, con diferencias puntuales (las antes mencionadas) que permiten
que cada trabajo pueda, y deba ser apreciado por sus propias cualidades.
Cualidades que, en este caso, salen a la luz apenas comienza el disco, con esa
estupenda canción llamada “Sitting on The Grave”, tal vez mi canción favorita
de Bretus, no sólo por el riff monumental del estribillo, sino por la atmósfera
creada, la introducción, las partes que conforman el todo, y porque es una
jodida obra maestra, así de sencillo. Mas el disco en sí es un compendio de
riffs maquiavélicos, voces que van desde lo psicodélico hasta lo ritualístico,
y una base rítmica contundente y directa, que pega duro en donde más duele. Claro
que todo se encuadra dentro de parámetros tradicionales del género, y no hay
intenciones de salirse de esos moldes. Pero Bretus poseen un encanto mágico
haciendo este tipo de Doom, tan de culto, antiguo e irresistible a la vez. O
sea, no cualquiera puede capturar la esencia de un estilo tan viejo como este,
y adaptarlo a los tiempos actuales, sin perder dicha esencia en el intento.
Bretus lo lograron, y sus 2 trabajos hasta la fecha así lo demuestran.
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