Año: 2013
Sello:
Autoproducido/independiente
País de
origen: Polonia
Túrin
Turambar es una buena banda. Pero lo es de la manera menos ortodoxa. Y tal vez
esa sea la razón por la cual me predispongo de manera particular a escuchar
cada nuevo trabajo de la banda de Ataman Tolovy. Es que su manera de encarar
las composiciones, su forma de trabajar en el sonido que le da a sus
creaciones, las atmósferas y la manera global con que presenta cada trabajo, es
absolutamente singular. Túrin Turambar te puede gustar o no, eso queda a
criterio de los gustos de cada uno. Pero negar que se trata de un grupo
peculiar y difícil de encasillar, eso va más allá de las opiniones personales.
Rzeczpospolita Czartowska es el segundo full lenght en 21 años de existencia (para conocer más acerca de la historia de TT, pueden
chequear la entrevista que le hicimos a Ataman), y es el segundo disco full en
un lapso de 3 años. O sea que Ataman está dedicándole mucha energía a esta, su
criatura (él también es parte de los bestiales Stillborn, polacos ellos). Y esa
energía, esa dedicación se nota en las canciones, las cuales, como era de
esperarse, tienen la misma tendencia compleja, retorcida y oscura que las
canciones que componen su primer disco full: Corona Regni Satanae. Pero este nuevo álbum ahonda en aspectos que
en su anterior disco no estaban tan al frente. Este nuevo álbum suena un poco
más crudo, pero es también más oscuro, macabro, peligroso. La oscuridad que
inundaba el disco anterior aquí se convierte en algo terriblemente espeso, perturbador.
La guitarra suena más pesada, y de a ratos, desgrana riffs que tranquilamente
podrían haber sido creados por los Morbid Angel más densos, o por alguna banda
de Death Metal ocultista. Eso si, el afán por experimentar, por salirse de lo
establecido, esa necesidad de no parecerse a nadie, sigue intacta. Al fin y al
cabo, esa es la esencia de Túrin Turambar: la de ser un exponente único. Con
escuchar Jazda, canción en la que el
dúo hace gala de la etiqueta que se les suele asignar: Experimental Black
Metal. Y lo hacen trazando jeroglíficos que inquietan y atraen en igual medida,
gracias a los endemoniados arreglos de guitarra perpetrados por Ataman, los
ritmos sinuosos y la atmósfera turbia que se respira a lo largo de dicha
canción. Por momentos, pareciera que estamos ante una especie de Black Flag (el
de la etapa más experimental) pero tocando Black Metal. Mas esa canción es tan
sólo una demostración de lo particular que es la música que Ataman Tolovy crea
para Túrin Turambar. Es tan sólo una de las tantas cosas que podés encontrar en
un disco de este grupo ambiguo, peligroso y encantador. Si te sentís preparado
para un viaje por terrenos escabrosos, entonces no pierdas la oportunidad y
embarcate en dicho viaje. No es un viaje fácil, pero si te dejas llevar, vas a
terminar viviendo una experiencia muy singular. Tan singular como la música de
TT.
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