miércoles, 22 de mayo de 2013

Blutvial - I Speak Of The Devil



Año: 2009
Sello: Spinefarm Records
País de origen: Inglaterra

En estos últimos 10 años, el Black Metal se ha diversificado a más no poder. Un montón de ramificaciones le han insuflado sangre rejuvenecedora a un género que necesitaba ampliar sus márgenes. A su vez, estilos que de Black Metal tienen tanto como yo de chino, han aparecido en el panorama mundial, haciendo que uno se pregunte si no se está utilizando la etiqueta Black Metal para rotular cualquier cosa. Como dije un poco más arriba, el Black Metal necesitaba ampliar su horizonte, para no caer en el estancamiento que, a la larga o a la corta, le provocaría la decadencia. Sin embargo, es absolutamente necesario que sigan apareciendo bandas que mantengan viva la llama del más impío y clásico Black Metal. Algunos lo llaman Trve, otros lo llaman Grim o Nekro. Como sea, es fundamental que ese Black Metal, aquel que comenzó a forjarse en los 80s, y terminó definiéndose en los 90s, permanezca vivo y activo. Por eso es absolutamente necesario que bandas como Blutvial existan. Es imprescindible que bandas tan salvajes y extremas salgan ahí afuera, y pateen culos, pisen cabezas y rompan huesos. Creo que el Black Metal no puede, ni debe prescindir de este tipo de bandas, pues, al fin y al cabo, el Black Metal es, en su más pura esencia, esto que hacen los ingleses de Blutvial. El Black Metal es misantropía, voces rasgadas llenas de maldad. El Black Metal es velocidad infernal, guitarras escupiendo riffs incendiarios y frío congelante. El Black Metal es El Mal, y Blutvial encajan a la perfección dentro de esa categoría. En 51:42 minutos, los británicos irradian violencia y misantropía hasta dejarte exhausto. Casi una hora de Black Metal en la línea de Gorgoroth, Horna, Mayhem, el primer Burzum (cuando Varg aun disfrutaba de tocar Metal) y el Darkthrone de aquellos clásicos de los 90s. O sea, puro y endemoniado Black Metal que arranca a toda velocidad, y así se mantiene durante los 3 primeros temas. Recién con “1584”, el cuarto track, bajan la velocidad, jugando con acordes lánguidos y un ritmo denso y lento que los pone más cerca del Doom más macabro que del Black. Inmediatamente vuelven a pisar el acelerador a fondo, pero ahora con más variantes, mayor presencia de melodías oscuras y melancólicas, sin perder jamás de vista la esencia del género. Dicha melancolía logra su pico máximo en “Hiraeth”, una de esas canciones amargas pero cautivantes que tan bien le salían al recordado Dead (sí, el de Mayhem).
Y así llegamos al final de este muy buen álbum, ideal para que el fan del más puro Black Metal se regocije hasta eyacular, y para que aquel que se alejó del Black tradicional, se acerque de nuevo al estilo y recuerde cuanto placer le producían en los 90s aquellas grabaciones crudas, que parecían haber sido grabadas en una caverna o en un calabozo, y no en un estudio de grabación. Blutvial nos regalan casi 52 minutos de Black Metal del bueno, del que jamás debe desaparecer. Y lo hacen con un disco altamente recomendable.   


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