Año: 2012
Sello: Torn Flesh Records
País de origen: Portugal
Portugal se viene afianzando en el mapa de la Escena Extrema Mundial. Basta con pegarle una oída a los últimos trabajos de Grog y Holocausto Caníbal como para tener una idea puntual de cómo están trabajando en el país lusitano. Obvio, Grog y HC no están solos. Hay una cantidad interesante de bandas que aportan su buena dosis de brutalidad y rabia al mundillo Extremo. Si buscamos una banda con posibilidades de destacarse a nivel mundial, creo que Altar Of Pain es una de esas bandas con posibilidades de lograrlo. Sin hacer nada nuevo, pero pegando donde duele, la banda proveniente de Madeira muestra aplomo y una dureza implacable a la hora de escupir su furiosa y oscura descarga de Death Metal. Un Death Metal denso, que no hace hincapié en los Blast Beats ni en los excesos continuos, pero que tiene maldad y densidad en cantidades industriales. Con reminiscencias de Deicide, Morbid Angel, los primeros Hypocrisy, Asphyx, Vader y Repugnant, la banda integrada por Zé Rodrigues en guitarra, Elder Abreu en voz, Marcelo Rodrigues en bajo y programación, y Guilherme Abreu en guitarra, demuestra tener muy en claro cómo hacer Death Metal. Machacantes, directos pero sin caer en la simpleza exagerada. Apretando el acelerador cuando es necesario y potenciando los climas oscuros con rebajes macabros. Sonando fuerte pero sin ser una bola de ruido. Y, por sobre todas las cosas, haciendo honor a la idea de hacer Ancient Death Metal Cult, los portugueses se superan discos tras disco, algo que siembra expectativas de cara al futuro. Si escucharon el disco debut de Altar Of Pain, llamado “The Ritual Has Begun”, y lo comparan con este ep, notarán que es evidente la evolución del grupo. Si bien el disco anterior estaba bastante bien, con su estilo netamente old school, mostraba a un grupo al cual aun le era necesario ajustar algunas tuercas. Pues parece ser que han estado trabajando duro, porque todas las virtudes que encontramos en el álbum anterior, aquí se encuentran mejoradas, y los defectos han sido pulidos minuciosamente. Esto se nota particularmente en dos tracks sobresalientes: el instrumental que cierra el disco, llamado “Void Dimension”, resulta ser una pieza tan densa como sofisticada, permitiendo a los músicos mostrar sus destrezas como instrumentistas, a la vez que confirman que como compositores no son ningunos improvisados. Y el otro punto álgido, de hecho, el punto más álgido de la placa, es “Scriptorium”, un temazo colosal en la vena de mis amados Bolt Thrower, con un riff memorable, mucho groove y gancho al por mayor ¡TEMAZO! El resto del Ep cumple con su propósito, que es el de sacudir al oyente con un buen puñado de canciones de Death Metal. Como dije antes, sin innovar, pero haciendo las cosas bien, como se deben hacer. Al fin y al cabo, eso nunca falla: hacer las cosas bien.
Dato extra: al disco lo pueden bajar gratis desde la página de Torn Flesh Records
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