Año: 2008
Sello: Prank Records
País de origen: Japón
Japón siempre se caracterizó por tener a varias de las
bandas de Hardcore/Crust más bestiales del planeta. Nunca importó que tan
fuerte y rápido fueran las bandas de otras partes del planeta; en materia de
Hardcore/Crust, Japón siempre se las ingenió para ser parte de la elite de
brutos consumados. Basta con preguntarle a Lee Dorrian qué escuchaba en sus
épocas como cantante de Napalm Death: Japcore, contestaba el gran Dorrian. Y es
al día de hoy que Japón sigue siendo tierra fértil para el surgimiento de los
grupos más ruidosos que jamás hayamos escuchado en materia de Hardcore. En
pocas palabras, el llamado Japcore no es joda: es ruidoso y mala leche en
serio. Y esta atrocidad sonora llamada Morpheme no hacen más que afirmar y
confirmar lo antes dicho. Y no sólo eso, pues creo que los Morpheme se fueron
al carajo, así, sin vueltas. Miren, bandas como Electric Funeral (Suecia)
transformaron al D-Beat/Crust en algo que está ahí del más reventado y caótico ruido,
colindante con la bola de ruido absoluta. Pero creo Morpheme van un poco más
lejos aun. No es de extrañar, pues hablamos de un grupo japonés, que hace
Hardcore y que, como tal, hace mucho quilombo. Y cuando digo mucho quilombo,
quiero decir que realmente hacen muchísimo quilombo. Obvio, yo estoy más feliz
que nunca antes al sentir como mis oídos se desangran ante cada atentado
sonoro. Estoy sonriente a más no poder al sentir como esas criminales y
lacerantes explosiones de ritmos veloces y guitarras incendiarias, se cuelan en
mi cerebro hasta achicharrar cada una de mis pobres neuronas. Claro que esto
contento al escuchar esta animalada, pues es precisamente lo que pretendo
escuchar cada vez que me topo con un grupo japonés de este tipo. Lo que pretendo
es escuchar voces gritadas y potenciadas por efectos de cámara. Lo que quiero
escuchar son baterías que no ceden jamás, que acribillan con cada golpe,
acompañada por un bajo que ni se escucha de tan distorsionado que está. Lo que
ansío escuchar son guitarras que perforan los tímpanos, dejándome tirado en el
piso, devastado por los acordes y los acoples ejecutados de manera demencial.
Eso es lo que busco cada vez que escucho a un nuevo grupo de Japcore, y,
gracias a no sé quien, Morpheme me dan todo eso, pero en cantidades
industriales.
Si te la bancás, vas a amar escuchar este demo una y otra
vez. Y si no, lo siento por vos. No hay nada más que decir.
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