martes, 17 de abril de 2012

Executioner - Break The Silence



Año: 1987
Sello: New Renaissance Records
País de origen: USA

Seth Putnam, una leyenda a esta altura. El demente líder de Anal Cunt, fallecido el año pasado, ya era una leyenda viviente. Con su deceso, ese status se agrandó más aun. Pero, dejemos de lado las cuestiones necrológicas y vayamos directo a la música. Seth no comenzó su carrera musical haciendo Grind y Noise, sino Thrash; o en su defecto, Thrashcore. Y lo hizo con Executioner, un trío que no sabía de sutilezas. Thrash directo, muy cercano al Hardcore en casi todo el disco, haciendo que el mote de Thrashcore les quede perfecto. Con un sonido bien de la época, con esas guitarras tipo serrucho y bases veloces, las composiciones se apoyan sobre estructuras sencillas y directas, algo que permite que el trío saque a relucir toda su agresividad. Por momentos recuerdan a Cryptic Slaughter, por otros a Cerebral Fix, y de a ratos, cuando se ponen muy thrashers, a Vio-Lence. Si le diste bola a las ediciones de New Reanaissance en los 80s, sabés por donde viene la mano. Si bien el sello se caracterizaba por editar todo tipo de bandas extremas (Thrash, Death, Crossover, Doom, etc), lo cierto es que el sonido rústico era una constante, lo que le daba un toque distintivo a las ediciones del sello. Y Executioner no eran la excepción a la regla. A eso hay que agregarle que los oriundos de Boston no eran de lo más prolijo que había en la escena. Ya con tenerlo al entrañable Seth Putnam en bajo y  coros, uno puede ir dándose cuenta de cuan salvaje venía la mano. Los otros 2 integrantes, Dan Scannell en batería y Marc Jonson en voz y guitarra, hacen exactamente lo mismo que Putnam: le meten para adelante con alma y vida, y listo. Nada de arreglos jugados, ni derroche de técnica, ni sorpresas de ninguna índole: Thrashcore duro y despiadado, con mucho Thrash Metal apareciendo por todos lados.
No iban a sobresalir en un escena atestada de bandas, pero hicieron un disco que entretiene, y mucho. Además, sirve para saber en qué andaba nuestro querido Putnam en los 80s.  

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