Año: 2004
Sello: Go-Kart Records / GK 111
País de origen: USA
Integridad: una palabra que suele ser usada con una liviandad preocupante, usada como estandarte por aquellos que pretenden disimular sus bajezas, y manipulada hasta el hartazgo por gentes con las entrañas podridas por la envidia, la corrupción y la idiotez. No cualquiera merece utilizar ese término para definir sus acciones, no cualquiera merece ser considerado como un ser o un grupo integro. No es el caso de éstos 2 monstruos del Under, dos glorias subterráneas que han hecho de la integridad un culto. Si hay dos bandas que sí merecen que esa palabra se utilice para describirlos, esas bandas son Misery y Toxic Narcotic, verdaderos adalides del DIY (Do It Yourself), incansables batalladores que jamás tranzaron con nada ni nadie. Este split, tal como era de esperarse, exuda integridad, sinceridad, honestidad, por los poros, hacen vibrar al oyente con la fuerza demoledora y auténtica que se desprende de cada una de las canciones que integran este excelente split. Un split que comienza con Misery, la veterana banda de Minneapolis, quienes vendrían a ser algo así como los Amebix del Crust yanki. Lo suyo prácticamente no sufre modificaciones en ninguno de sus trabajos, ellos hacen lo suyo casi siempre de la misma manera, y lo mejor del caso es que es imposible que fallen. Crust Punk de sonido arrastrado, sucio, con voz aguardentosa y guitarras que conforman una muralla sonora, sostenidas por una base que va al grano: bases simples pero demoledoras. Les sobra garra, les sobra autenticidad, y les sobra capacidad para crear canciones memorables, en especial la furibunda “Believe”, en la cual se dan el gusto de meter una parte de Reggae bien punkie que queda genial.
Luego vienen los bostonianos de Toxic Narcotic, otra leyenda, en este caso surgidos de la tremenda escena Hardcore/Punk de Boston, famosa por poseer entre sus filas a algunas de las bandas más duras del estilo. Formados en 1989, los TN representan en carne propia el viejo lema de DIY, Hazlo Tu Mismo, y lo hacen a rajatabla. Cultores de un Hardcore duro y belicoso, los bostonianos poseen un sonido crudo que los emparenta tanto con bandas como Negative FX como con los primeros discos de los neoyorkinos de Agnostic Front. O sea que la cosa viene así: canciones al palo y cortas, sonido bien estridente y una actitud realmente desafiante. Casi todo el tiempo van rápido, salvo en “21st Century Catastrophe”, en donde comienzan con un reggae, para terminar con una breve pero criminal descarga hardcoriana.
Y aquí lo tienen, esto es lo que es este imprescindible split que nos trae a 2 bandas que, como dije al principio, pueden sentirse orgullosos al hablar de integridad, pues a ellos sí que les cabe ese término.
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