Año: 2010
Sello: Hydra Head
País de Origen: USA
¿Mathcore? ¿Noise? ¿Punk enfermizo? Todo junto, más bien. Daughters utilizan las herramientas que tienen a mano, sacando de cada estilo lo justo y necesario como para dar forma a una incontrolable locura sonora, frenética, desaforada. Pero, eso sí, con mucha categoría. Los nacidos en Rhode Island (nacidos como banda), en su tercer placa, tiran la casa por la ventana y se despachan con un disco ruidoso, pero plagado de canciones que incitan a sacudirse como un poseído, sin descuidar jamás las composiciones. Acá hay temas geniales, no sólo gritos, ritmos trabados y música asquerosamente esquizoide. “Daughters” (el disco) no cede espacio a la cordura, pero ese incesante pandemonium de caos y alienación se sustenta con temazos fabulosos como “Our Queens (One Is Many, Many Are One)”, “The Virgin” o “Sweet Georgia Brown". Y ¡ojo! que esos bombazos son tan sólo 3 demostraciones -fantásticas- de la increíble conjunción entre atonalidad experimental y el virtuosismo totalmente anormal de los Daughters, un grupo tan beligerante como carismático, tan excéntrico como extremo. Un grupo al cual la etiqueta Avantgarde no le cae mal, pero que arremete con tanto fervor por el lado del ruido, que es mejor dejar de lado aquella etiqueta.
Daughters, señores, señoras, están locos. Pero son locos a los cuales les sobra talento, y por supuesto, como a todo loco talentoso, les sobra audacia y ganas de hacer pedazos los límites. Y de paso, ya que están, te hacen pensar que estás tan o más loco que ellos. Es que adorar un disco como este implica que uno está igual o peor que ellos. Y ahora que lo pienso, yo adoro a este disco.
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