Sello: Season Of Mist
País de origen: Noruega
Maniac está de vuelta. Tras quedar fuera de Mayhem, el sacado vocalista que grabó uno de los mejores discos blackers en vivo en la historia ("Mediolanum Capta Est" de Mayhem) fundó su nuevo proyecto junto a un combinado de músicos desconocidos (o no tan conocidos), pero poseedores de un talento innegable. Con el talentoso Niklas Kvaforth secundándolo (genial multi-instrumentistas, fundador de los suecos Shining, además de haber aportado su talento en otra banda sumamente oscura: Bethlehem, y otros grupos más), Maniac da rienda suelta a toda la oscura misantropía de la cual es capaz; y si la misantropía es expresada por Maniac, entonces la cosa viene realmente fría y despiadada. Pero ¿es Black Metal esto? O en todo caso, y teniendo en cuenta los nombres que están al frente del combo ¿es Suicidal Black Metal? Tengamos en cuenta que estamos hablando de gente que glorifica la automutilación, la flagelación, la decadencia humana y la degradación, además de ser dos mentes bastantes pervertidas, y con un background enorme dentro del Black Metal. Pues no es Black Metal puro, ni es Depressive Suicidal, pero está muy cerca. Básicamente, es Doom Metal, denso y diabólico, con aires suicidas y asquerosamente misantrópico, pero con la inmunda voz del hoy blondo músico ex Mayhem. Es más, hay mucho de Ambient/Industrial, no como elemento esencial de la propuesta del grupo, pero si como elemento que es utilizado para matizar, ambientar, acercar al oyente a la locura inquietante que atormenta al señor Maniac. Por cierto, Maniac no es ningún tonto, así que invitó a algunos "amiguitos". Gaahl (si, el Homosexual del año, el que fuera el "hombre más temido" en sus épocas en Gorgoroth) aporta lo suyo en "Hollow Devotion". El talentoso e impredecible David Tibet (alma y cuerpo de Current 93) aparece en "Towards The Shores Of Loss" con su inconfundible timbre. Y Attila Csihar (no me pidan que diga en dónde canta) hace lo suyo en "Scumdrug". Todos contribuyen a que la atmósfera del disco sea mala onda, corrosiva, narcótica, enfermiza. Todo lo que aquí se escucha hace pensar en un cuerpo apaleado por los excesos, en la inmundicia a flor de piel, en un adicto irrecuperable arrastrándose en sus propias miserias. Pero también hace pensar en que se está ante gente con las bolas bien puestas, con el coraje suficiente como para hacerse cargo de sus arrebatos de locura, y con la valentía necesaria como para exponer toda esa demencia sin tapujos, usando lo que mejor saben hacer, la música, como medio para mostrar sus perturbadas almas al mundo, más no sabemos si les interesa escapar de dicha tortura. Como sea, Skitliv es una banda que hay que seguir, aunque a veces pienso que, teniendo en cuenta quienes son los líderes, es muy probable que la persistencia y la constancia no sea lo de ellos. El tiempo lo dirá.
2 comentarios:
veo que no tienes nada claro el concepto de skitliv ni de sus mentes que lo crearon.
No, pues sólo ellos saben cual es el concepto. Los demás, sólo podemos intentar adivinarlo, o creer que lo entendemos
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