Año: 1995
Sello: Earache
Que dificil se me hace escribír ésta review. La muerte de alguien a quien admiramos siempre duele, y negarlo es de necios. Pero cuando esa admiración va más allá de lo meramente musical, cuando ese artista es admirado ya no solamente como artista sino que despierta admiración por sus trangresiones, por su humor ante la vida, por su forma tan particular de ser y hacer todo en la vida, entonces duele más. Seth Putnam fue, es y será, para mí, el G.G. Allin del Grindcore. Y me refiero a su capacidad para romper reglas, superar barreras morales, hacer de los excesos una forma de vida, etc. Pero, y en esto Putnam era mejor que Allin, su sentido del humor era de otro mundo, de otro tiempo. Un mundo que aun no conocemos, un tiempo que aun no ha llegado. Y en caso de que ese tiempo sea mañana, Seth no podrá presenciar como su humor irreverente, insoportablemente agresivo (insoportable para los cagones) y catártico, deja de ser mal visto para ser comprendido, de una vez por todas. Y si no lo puede presenciar a ese instante glorioso, es porque Putnam ya no está entre nosotros. Tristemente, Seth se nos fue el sábado. No importa la causa de su deceso, eso es lo de menos. Lo que importa es que el viejo y querido demente que se cagó en todo y en todos, ya no lo va a hacer más. Sí, se terminó la broma más violenta de la historia. Se terminó la broma más jodida, mala leche y demoledora de prejuicios que jamás se haya hecho. Es el final de un tipo que hasta se dio el gusto de reirse de él mismo tras haber estado en coma. Es el final de un tipo que se puso al frente de un combo que no perdonó a nadie, que arremetió contra cualquier persona que se cruzara por la mente de Putnam, sin importar si era correcto o no burlarse de esa persona. Se fue un tipo que hizo del ruido más infernal y ensordecedor, un vehículo para ofender a propios y extraños.
No me pidan que diga nada acerca del disco que hoy posteo, pues no me interesa. Publicar dicha placa no es más que una excusa para homenajear a un tipo al cual admiré y respeté desde el principio. Aunque muchos se burlan de la música de A.C. lo cierto es que yo no. Siempre esperé con ansiedad la salida de un nuevo cd de Anal Cunt. Así como es habitual que la salida de un cd de Slayer, Maiden o Metallica provoque ansiedad en sus seguidores, a mi me provocaba ansiedad saber la fecha de edición de un nuevo trabajo de A.C. Por una simple y sencilla razón: reírme como poseído con cada ocurrencia mal intencionadas del gran Seth Putnam.
Pero eso ya no sucederá más, nunca más. Afortunadamente, Seth nos dejó un montón de material. Material que hoy, quizás, cobre el valor que no se le dio en su momento. Y quizás hoy se lo valore al adorable chiflado, al genial terrorista del sonido, al irreverente humorista. ahora que ya no está. Nada nuevo bajo el sol, a los grandes se los descubre y valora cuando ya no están. No importa Seth, no importa. Lo que importa es que hiciste lo que se te cantó. Inclusive, no me extrañaría que tu muerte haya sido otra de tus bromas pesadas. Como sea, que en paz descanses.
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