Año: 2009
Sello: Relapse
Voivod son un mundo dentro de un mundo. Una dimensión paralela, una realidad dentro de otra. Voivod son demasiado buenos como para ser reales. Pero existen, aunque de tan buenos que son parezcan un espejismo, existen. Yo agradecido, eternamente agradecido. Cada disco editado por los canadienses es festejado por mi con una alegría incontenible, llegando casi a la emoción. Escuchar un nuevo disco de Voivod es, para mi, un ritual, algo que no se compara a nada. Y así fue cuando en el 2009 sacaron esta monumental joya, la cual en su momento, incluí dentro de los mejores discos de ese año.
Junto a "Katorz", el anterior trabajo de los maestros, "Infini" es el disco más emocionante de Voivod. No es el mejor (aunque está a la altura de varios de los mejores discos del grupo), pero posee un elemento extra, un condimento que lo hace muy especial: es el último disco grabado enteramente por el entrañable Dennis "Piggy" D´amour antes de morir. Recuerden que "Piggy", al saber que su final era inminente, dejó grabado material para dos discos, material que la banda registró en sus dos últimos trabajos: "Katorz" e "Infini". Y, para que negarlo, escucharlo a Piggy (ya fallecido al momento de editarse su anterior álbum: "Katorz") dejando el alma en cada nota, con la banda jugándose la vida a la par del desaparecido guitarrista, me pone la piel de gallina. Es como si Dennis, al saber que su muerte estaba demasiado cerca, hubiera encontrado un grado de inspiración superlativo, del cual nacieron los temazos que componen este disco y el anterior.
Pero lo mejor es que todos los integrantes del grupo están tan, pero tan compenetrados, tan metidos en la música, que resulta imposible no estremecerse ante tamaña demostración de amor a lo que hacen. Acá hay huevos de sobra, acá hay amor propio, talento inagotable, canciones imperecederas, audacia, categoría. Esto es Voivod, carajo, Voivod!
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