Sello: Crypt Records
En el año 1994, tras la alucinante explosión Grunge, muchos se volcaron de lleno el Punk; al revival Punk, para más datos. Green Day copó MTV y las grandes cadenas radiales. Offspring lo secundó, mostrando en su música un dejo del Grunge de Seattle que reinaba por poco tiempo más. Rancid obtuvieron una buena exposición, más que merecida, por cierto. Todos grupos con unos cuantos años de trayectoria, ya sea con el nombre que tenían cuando la pegaron, ya sea en otros grupos o con otro nombre. Pero lo cierto es que, salvo Rancid, ninguno de los grupos que comandaron dicho revival, merecía estar a la cabeza de un movimiento tan visceral como rebelde. Green Day y Offspring, con propuestas aggiornadas a las exigencias del mercado (sin negarles calidad) no podían ocupar el lugar de las viejas glorias. Pero había un grupo que si merecía ocupar el trono, y que por cosas del destino (y caprichos de la industria, sobre todo) no la pegó en el Mainstrream, pero se ganó el corazón de miles de Punks sedientos de riffs sencillos y explosivos, bases al palo, una voz bien aguerrida tirando estrofas asesinas y coros inmortales: New Bomb Turks. Su primer disco, el explosivo "Destroy Oh Boy", le pasa el trapo a todos y cada uno de los discos Punks que vendieron millones de copias. Es un vendaval del Punk más puro y aguerrido que uno pueda imaginarse. Con influencias permeables, muy bien manejadas, sin dejarlas hacer mella en la personalidad del grupo, los NBT atacan a lso sentidos, destrozan la razón pura y aniquilan el sentimiento depresivo imperante en aquellos años de reinado Grunge. Enojo puro, salvajismo, ganas de mandar todo a la mierda: Punk Rock amigos, puro Punk Rock. Los coros emocionan e incitan a cantar a grito pelado. Años después, los escandinavos de Turbonegro, Hellacopters y demás, tomaron el guante y abofetearon al mundo entero. Pero New Bomb Turks lo hizo antes. Tomaron lo mejor de The Stooges, el caos incontrolable de Poison Idea y The Dwarves, el gancho de The Ramones y el sonido criminal de grupos como The Germs, hicieron un amasijo y a la mierda, explotaron. Como si no fuera poco, dieron vida a uno de los mejores discos debút de una década rica en variantes y llena de altibajos en los géneros que más nos gustan.
Si aun crees que "Dookie" (Green Day) y "Smash" (Offspring) son hitos en la historia del último revival Punk, entonces vivís en una burbuja.
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