Sello: Avantgarde music
Formación:
Jonas Renkse - Drums & Clean Vocals
Mikael Åkerfeldt - Harsh Vocals
Blackheim - Guitar & Bass
Fredrik Norrman - Guitar
¿Se fijaron en los nombres que hay detrás de éste disco? Jonas Renske aun como baterista, pero ya aportando esa voz melancólica, profunda, etérea, incomparable. El eterno Blackheim (el padre de Katatonia, indiscutiblemente) haciendose cargo de la guitarra y del bajo. Un tal Mikael Åkerfeldt, líder de un "grupito" llamado Opeth, metiendo alaridos y voces podridas. Y en la otra viola, Fredrik Norrman, quien dejó la banda en 2009. O sea, un selccionado de músicos tan exquisitos como oscuros.
Para los que jamás escucharon el material más Doom/Black de Katatonia, les cuento que no estaban muy lejos de lo que vienen haciendo desde hace un poco más de una década, en cuanto a las atmósferas, depresivas, melancólicas, sofisticadas pero densas. Pero en lo estrictamente musical, salvo en algunos pasajes, la cosa si que difiere. Renske apenas aportaba su singular, prístino y triste registro, y las voces podridas preponderaban. Los ritmos eran de índole fúnebre, bien dumbetas; y cuando aceleraban se iban para el lado del Black, aunque sin llegar al Blast Beat desenfrenado del Metal Negro más True. Así, con esos matices, los suecos se las ingeniaron para crear un puñado de canciones memorables, ideales para que un suicida en potencia se reviente el craneo, o bien, para que un amante de la música más melancólica posible, se entregue, sin miramientos, al placer doloroso que provoca escuchar éste sepelio de tan sólo 6 tracks, uno mejor que el otro.
Cabe aclarar que la edición que hoy posteamos, es la reedición del 2006, con unos cuantos bonus tracks, que vienen como anillo al dedo para ir preparándose para el show que Blackheim y los suyos darán en Argentina en febrero.
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