lunes, 25 de enero de 2010

METALLICA EN CORDOBA

Año 1985. Yo estaba hasta le médula con el Metal, pero ya empezaba a descubrir mi gran amor en la Música: el Punk. Descubrir el Punk despertó en mi la necesidad de buscar cosas más duras que el Metal tradicional. En ese año conocí un grupo llamado Venom y me mató. Jamás había oído algo así. Un poco después, a mediados de ese año, sucedió algo que me cambió la vida para siempre. Ansiaba escuchar un estilo llamado Thrash Metal, del cual se hablaba en los medios especializados. Se decía que era la perfecta cruza entre el Metal de la NWOBHM y el Hardcore/Punk. Y una tarde sucedió el milagro. Yo, con 11 años, salía corriendo del colegio para llegar a casa a tiempo para escuchar un programa que daban los martes y jueves en Radio Nacional; el programa se llamaba "Vos, Yo y El Rock". Pasaban Metal y Punk, unicamente. Una tarde el conductor dijo: "por primera vez, voy a pasar Thrash. Voy a poner un grupo llamado Metallica". Y puso "Hit The Lights". Nada volvió a ser igual en mi vida. Tras escuchar esa patada en los dientes, empecé a alejarme lentamente del Metal tradicional para meterme de lleno en lo más extremo.
Anoche el sueño se hizo realidad. Aquella banda me me introdujo al fascinante mundo del Thrash Metal, tocó en Córdoba y dio un show inolvidable. Eran ellos, Metallica, 3 de los 4 que el 1985 me dejaron sin aliento con aquel temazo que abre "Kill´em All". Y se tocaron todo, dejaron la vida en cada tema, en cada pulso, en todo. Por eso los 9000 sacados que estuvimos anoche en el Orfeo, dejamos las gargantas sin pensar en el mañana. Porque Metallica nos dio un show de esos que no se olvidan jamás. Arrancaron con "Creeping Death" y se derrumbó el Orfeo. Y de ahí en más fue todo una locura. Tocaron "No Remorse", "Damage Inc.", "Hollier Than Tou", "One", "Master Of Puppets", más un segmento de temas de "Death Magnetic". Pero el momento cumbre, al menos para mi, fue en el bis. Arrancaron con "Breadfan" (vaya sorpresa!), en una versión demoledora. Tras ese tema, un acople, un poco de ruido y....si, la tocaron. Hetfield arrancó con el riff de "Hit The Lights", se me erizó la piel y perdí el control. ¡TOCARON "HIT THE LIGHTS"! Si, el tema que me cambió la vida, literalmente, sonó en una versión que jamás voy a olvidar. Un momento de esos que marcan la vida de una persona. Pues bien, "Hit The Lights" marcó mi vida en dos ocasiones ya: en el ´85 y anoche. Terminaron con una versión aplastante de "Seek & Destroy", EL HIMNO DE METALLICA y se terminó.
¿Performances? Ulrich, como siempre, pifió al por mayor, pero le pegó a la batería con alma y vida y eso lo exime de cualquier crítica. Hammet siempre fue él mismo. Aun en el peor momento de Metallica, el tipo mantuvo su nivel. Nunca deslumbró, pero jamás decepcionó a nadie. Metallica es su vida y por eso se entrega cada noche a su público, haciendo lo que mejor sabe hacer y haciendolo siempre bien. Trujillo aun no me rompe la cabeza en su rol de bajista de Metallica, pero cumple y con la calidad de siempre. Y Hetfield....por favor que genio. Tenía mis reservas tras ver y escuchar performances nada felices de él. No sabía que esperar de él. Pero la rompió, fue la figura de la noche. De ahora en más, no volveré a decir nada negativo de Hetfield. El tipo no es un GRANDE, ES ENORME. Dio cátedra de como manejar al público, cantó muy bien, tocó la viola mejor aun, y dejó la vida en las tablas. Cuando en "Seek & Destroy" bajó a hacer participar al público, confirmé lo que venía pensando desde el primer acorde: Hetfield estaba entregado a sus fans. Uno de los íconos más grandes de la historia del Metal.
Señores, señoras, Metallica la rompió y partió la historia del Metal en Córdoba en dos. Desde anoche, hay un antes y después. Y otra vez fue Metallica la banda que partió la historia en dos. Así como en el ´85 "Hit The Lights" cambió mi vida.




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