Año: 1995
Sello: Universal/Geffen
Formación:
Vocals: Rob Zombie
Guitar: Jay Noel Yuenger
Bass: Sean Yseult
Drums: John Tempesta
Hay discos que marcan un antes y un después. Obras que sin querer, o premeditadamente, ponen a un artista o un grupo en la cima, al frente de la vanguardia, e imponiendo nuevos paradigmas. White Zombie ya venía revolucionando el Under con su anterior y magnífico álbum, el inolvidable "La Sexorcisto". Pero con "Astro Creep 2000: songs of love, destruction & other synthetic delusions of electric head", estos yankis, 100% influenciados por la cultura trash yanki, se fueron al carajo. Primero que nada demostraron que el Metal podía, y hasta debía ser bailable. Por otro lado insuflaron sangre nueva un género sectario y chauvinista, incorporando elementos de culturas ajenas al Metal, pero que nunca estuvieron lejos del mismo, extrañamente. Pues Rob Zombie y los suyos tomaron toda la cultura cinematrográfica, del comic y arte trash en general, y la metieron dentro de un género que, a pesar de estar muy ligado a dichas expresiones, nunca les dio cabida dentro de su seno. Y no conformes con eso, tomaron cosas del Industrial (samplers al por mayor, baterías procesadas en ocasiones y el groove bailable), algo del Psychobilly (sobre todo en ciertos flirteos con The Cramps y demás limados) y la cadencia del Funk del genial George Clinton. Todo esto dentro de un estilo y un sonido pesados, oscuro y fiestero a la vez. Hasta ese momento, pocos se habían animado a fusionar tantos componentes externos al Metal y transformarlos en ingredientes que serían utilizados por casi toda una generación de Metaleros que, en algunos casos, llegaron a renegar de la tradición metalera.
Luego del tremendo éxito de esta estupenda placa, White Zombie pasó a ser uno de los tantos grupos que dejaron de existir en la cima, tras haber sacudido a toda una generación. Rob Zombie siguió haciendo más de los mismo, pero alejándose de la música cada vez más, con el fin de centrarse en su carrera como director de cine. Sean, la entrañable bajista, armó su grupo, Famous Monsters, y luego abandonó el mundo del mainstream musical. De Jay no se supo más nada, y Tempesta siguió haciendo honor a su fama de mercenario. Pero más allá del camino que cada uno siguió, White Zombie se erigió como uno de los grupos emblemáticos de la década de los 90´s. Y este disco es uno de esos emblemas.
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