viernes, 2 de octubre de 2009

Fear Of Eternity - Funeral Mass


Año: 2007
Sello: Moribund Records
Origen: Sicilia, Italia.
Líricas: Melancolía, ocultismo, misticismo.
Count Grishnackh demostró que el Black puede ser más que violencia desaforada y velocidad impiadosa. Demostró que en un género tan jodido de tocar y entender, había espacio para otras cosas, que no sólo se trata de ser crudos y ultra-veloces, o satánicos a cualquier precio. Le abrió un camino a la melancolía, a los sentimientos más oscuros y complejos del ser humano, como la depresión, el vacío existencial y el odio visto desde un ángulo menos visceral, y más doloroso. Y gracias a esas enseñanzas, aparecieron grupos como Fear Of Eternity. Bueno, decir grupo no se si cabe para este proyecto, pues como buen fan de Burzum, Fear Of Eternity es una banda de un solo hombre: Andrea Tilenni. Y dentro de la cantidad de grupos y proyectos obsesionados con repetir lo hecho por Burzum, Fear Of Eternity se destaca con muchísima dignidad. Los ampulosos teclados, solemnes y depresivos a la vez, son el marco perfecto para que Andrea grite su dolor inconmensurable hasta quedarse sin garganta. La guitarra es un mantra incesante en cada tema, repitiendo el riff hasta el cansancio, con pocas modificaciones pero consiguiendo el efecto deseado. Y las bases carecen de Blast Beats, remarcando de esta manera el parecido con el Burzum de "Filosofem". Por supuesto, la producción es precaria, con el típico sonido de caverna que tanto gustan utilizar estas bandas en sus discos, algo que en algunos momentos juega en contra de la obra. La anhelada majestuosidad que Andrea busca imprimirle a su trabajo, pierde ese grado de grandilocuencia que debería poseer por culpa de la producción. Pero, claro está, la idea es sonar como Burzum, y si bien es algo muy dificil de lograr, al menos lo hace con talento y dignidad. Y con ese talento y esa dignidad como valuartes, logra sacar un disco muy logrado, una placa del más y mejor Black depresivo, atmosférico y lento que puedan imaginarse. Me gustó, para que mentir.

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