Año: 2008
Sello: Metal Blade recs.
De Tampa, Florida, capital mundial del mejor Death Metal del mundo, llega Hate Eternal. Y no sólo poseen el privilegio de ser parte de una escena vanguardista en esto del Death Metal; no sólo tienen la fortuna de pertencer a un club selecto, y como tal, haber apreciado de cerca, la creación de un movimiento como el Death Metal (estos tipos crecieron con Obituary, Morbid Angel, Deicide y otros grossos). También cuentan con una ventaja muy especial: su líder es Erik Rutan. El mismo que durante años la rompió en Morbid Angel, acompañando al gran Trey Azaghtoth. Tocó en Ripping Corpse (hoy un grupo de culto para los amantes del Death Old School) y es, por si fuera poco, un productor reputadísimo (produjo a Cannibal Corpse, Krisiun, entre otros). Y es, por si hiciera falta aclararlo, el cerebro detrás de esta bestia impiadosa llamada Hate Eternal. Brutal Death Metal técnico y muy, pero muy veloz, para fans de Nile y cosas por el estilo. Los Blast Beats se suceden sin cesar, dando respiro en contadas ocasiones, bajando un cambio sólo cuando es necesario, anunciando la inminente llegada de la tormenta sonora. Una guitarra ejecutada con pulcritud y fiereza, disparando riffs malévolos y cargados de sentimiento de dominación (no olviden que Erik tocó en Morbid Angel). El bajo soporta toda esa brutalidad, le abre paso y la acompaña hasta el final, sin hacer conseciones. Eso es Hate Eternal: una máquina de tocar Brutal Death, que no da respiro ni toma prisioneros. Y todo esto adornado con una demostración de técnica que apabulla. Y que encima se da el gusto de dedicar esta monstruosidad al desaparecido Jared Anderson, ex integrante de Hate Eternal, co-líder del grupo, fallecido en 2006.
Sólo para amantes de la brutalidad y la técnica como partes de un todo.
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