Año: 2015
Sello: Twin Town Tyrant Records
País de origen: USA
Norteamérica, la tierra de ¿la libertad? ¿el sueño americano? No, USA es la tierra del Brutal Death Metal. Vamos, seamos sinceros, en el mundo hay muchas buenas bandas de Brutal Death, en todos los rincones del planeta. Pero en USA este tipo de bandas crecen como hongos, y se propagan como un virus. Y no sólo: Estados Unidos está plagado de buenas bandas de Brutal Death. Compulsive Mutilation no son los mejores ni los peores; en todo caso, son una banda más entre las miles de bandas norteamericanas que tocan este tipo de música. Pero, dentro de ese montón de bandas, lo de este dúo es, como mínimo, interesante.
La portada nos va adelantando lo que encontraremos una vez que el álbum comience a sonar: voces ultra-podridas, riffs enfermizos, bases que van del blast beat endemoniado al machaque típico del Slamming BDM, atmósferas morbosas y una actitud violenta. Nada que no sepamos de antemano, nada que no hayamos escuchado antes. Pero resulta que CM son brutales de verdad, acá no hay poses, no hay nada fingido. Chris "Slimer" Hensley (voz y guitarras) y Eric "Ogar" Baumgard (voz y programación de batería) hacen este tipo de música porque es lo que aman hacer, y eso queda en evidencia apenas explota la primera canción del disco: "Foundation of Putrescence". Y eso es justamente lo más elogiable de este dúo: su honestidad, esa sinceridad que se traduce en canciones pútridas, que salpican fluidos corporales y fermentos asquerosos. Ok, seguramente ya leíste esto en otra reseña sobre otro disco de Brutal Death Metal, hecho por otra banda. Y sí, es así, pues Compulsive Mutilation carecen de originalidad, no tienen muchos argumentos para sobresalir del resto de los grupos que hacen exactamente lo mismo. Por eso creo que es necesario destacar que la música me convenció porque carece de esos artilugios superficiales que, desde hace un tiempo, vienen abundando en muchas bandas que actúan su brutalidad. Aquí, eso no sucede: la brutalidad es real.
En contra del grupo debo decir que el sonido suena apagado, ahogado, y que esa falta de volumen y de una mejor balance en la ecualización, le privan a estos 2 dementes de alcanzar un mejor resultado final. De cualquier manera, y sin perder de vista estos detalles que restan puntos, estamos ante un disco interesante, que seguramente hará eyacular sangre de placer a los fans de Putrid Pile, Abominable Putridity y ese tipo de aberraciones.
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