lunes, 29 de mayo de 2017

FreaKings - Toxic End


Año: 2017
Sello: Independiente
País de origen: Suiza

Cuando la imaginación escasea, hay que compensarla con otros atributos. Recuerdo que cuando yo jugaba al fútbol, yo era de los más imaginativos dentro de mi equipo. Pero era vago, bastante perezoso. Por eso necesitaba de otros compañeros, quienes no eran tan cerebrales para jugar, pero corrían y dejaban el alma en cada jugada. De hecho, cuando los habilidosos del equipo desaparecíamos, los luchadores eran quienes mantenían el equipo a flote. FreaKings es un equipo de jugadores aguerridos, y con un poco de imaginación; la necesaria como para que las ideas no escaseen. No es la primera vez que me llevo ésta impresión del trío suizo, yo ya había escuchado sus dos discos anteriores y ambos me dejaron exactamente la misma sensación. Sin embargo, nobleza obliga, éste tercer opus me resulta un poco más completo y balanceado que los anteriores en cuanto a lo compositivo, pero me da la sensación de que suenan mejor sus dos antecesores. Veamos.
"Toxic End" es Thrash Metal hecho y derecho, no hay ni un sólo agregado ajeno al género, nada foráneo al Thrash. Ellos tocan Thrash de la vieja escuela y punto, no van más allá de éso. Lo hacen dignamente, eso no se discute. Le ponen toda la pasión y honestidad en juego, no se guardan nada en ese aspecto. Y hasta meten algunos riffs interesantes, habiendo riffs que llegan a convertirse en buenas canciones ("Friendly Fire" o "Thrash Will Never Die"). Pero su apego a las fórmulas preestablecidas es tan grande, que el disco en su totalidad resulta muy predecible. Es acá cuando aparece la mencionada garra de la cual hice mención al comienzo. Como esos equipos que se ven superados por su rival en cuestiones técnicas, teniendo jugadores más y mejor dotados para desarrollar un juego vistoso, FreaKings apelan a la lucha para no perder el partido. De hecho, la entrega de estos tipos es tal, que hasta llega a conmover un poquito. En serio, "Toxic End" es puro fuego, pura pasión. No bajan un cambio, todo el tiempo van metiendo el incansable tupa tupa como eje rítmico del disco, y sobre esos patrones rítmicos desarrollan riffs que toman todo lo posible del viejo Thrash de la Bay Area, con los archi-conocidos coros clásicos del Thrash, y una voz aguerrida a más no poder. En términos futbolísticos, FreaKings serían esa clase de equipos que hacen que uno los respete porque ponen bolas hasta el final, que transpiran la camiseta hasta desmayarse. No se les caen muchas ideas, pero, vamos, que te llevan a sacudir la cabeza a lo largo y ancho de la placa.
La única crítica realmente negativa que debo hacerle al tercer disco de los suizos, es que el sonido es un poco flaco, no es lo suficientemente muscular y eso tiende a jugar en contra del desborde de adrenalina que, indudablemente, hay en cada canción. Mas, las ganas de estos tipos son tantas y tan grandes, que la flaqueza del sonido no logra opacarlos del todo.
No soy muy afecto a ver partidos de fútbol de equipos que privilegian la entrega por sobre la creatividad. Pero no niego que siento un profundo respeto por aquellos equipos que conocen sus limitaciones, y que en base a eso, hacen lo que mejor saben hacer. FreaKings es de esos equipos/grupos.

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